Contrario a la creencia popular, existen grandes diferencias entre el lubricante de un vehículo con motor a gasolina (PCMO, por sus siglas en inglés) y uno con motor diésel de servicio pesado (HDDO, por sus siglas en inglés). La principal diferencia consiste en los paquetes de aditivos, ya que el lubricante para motor a gasolina contiene menos aditivos detergentes y antidesgaste (AW). El aditivo antidesgaste puede causar estragos en componentes como los convertidores catalíticos, por esa razón no es adecuado ni mezclar ni sustituir uno por otro.
Los paquetes de aditivos y los convertidores catalíticos
Un convertidor catalítico es una gran caja de metal colocada en la parte inferior de su automóvil. Tiene dos tubos que salen de ella, uno para la “entrada” y otro para la “salida”. La tubería de entrada del convertidor está conectada al motor y lleva vapores contaminantes y calientes que salen por la culata de los cilindros del motor. A medida que los gases de escape se mueven a través del catalizador, se producen reacciones químicas que rompen (craquean) los gases de escape convirtiéndolos en otros gases que son lo suficientemente seguros para ser descargados inofensivamente a la atmósfera
Típicamente hay dos catalizadores en un convertidor catalítico. Uno se encarga de eliminar la contaminación con óxido de nitrógeno usando una reacción química llamada reducción (remoción de oxígeno). Esta descompone los óxidos de nitrógeno en nitrógeno y oxígeno, que son
esencialmente inofensivos porque ya existen naturalmente en el aire.
El otro catalizador funciona mediante un proceso químico opuesto llamado oxidación (que agrega oxígeno) y convierte el monóxido de carbono en dióxido de carbono. Otra reacción de oxidación convierte los hidrocarburos no quemados en los gases de escape en dióxido de carbono y agua. En efecto, tres reacciones químicas diferentes están ocurriendo al mismo tiempo. Después que el catalizador ha efectuado su trabajo los gases que emergen por el tubo de escape son principalmente nitrógeno, oxígeno, dióxido de carbono y agua (en forma de vapor).
Algunos de los subproductos de la combustión, incluidos el plomo, el zinc, el fósforo y el azufre, pueden dañar severamente la capacidad del convertidor para realizar su trabajo. Ahí radica la primera gran diferencia entre el lubricante para motor a gasolina (PCMO) y el lubricante para motor diésel (HDDO).
Los lubricantes para motores a diésel tienen una mayor carga de aditivos antidesgaste en forma de dialquilditiofosfato de zinc (ZDDP). Los sistemas de convertidores catalíticos para motores diésel están diseñados para manejar este aditivo, mientras que los sistemas de motores a gasolina no. Esta es una de las principales razones por la que no debe usar lubricantes para motores diésel en su motor a gasolina.
Efectos por cambiar lubricantes de motor
La viscosidad es la propiedad más importante de un lubricante. En un motor, la viscosidad seleccionada debe permitir que el lubricante sea bombeable a la temperatura de arranque más baja que experimente el vehículo y al mismo tiempo proteger los componentes a las temperaturas de operación.
Generalmente, los lubricantes para motores diésel tienen mayor viscosidad que los de motor a gasolina. Si tuviese que colocar ese lubricante de mayor viscosidad en un motor a gasolina, podrían surgir varios problemas. El primero sería la generación de calor a causa de la fricción interna del fluido. El calor afecta de forma negativa la vida del lubricante. Por cada 10 grados Celsius que se eleva la temperatura, su vida útil se reduce a la mitad.
El otro problema es su bombeabilidad a baja temperatura. Durante los arranques en frío, el lubricante puede estar muy viscoso, lo que hace más difícil para la bomba entregar efectivamente el lubricante a los componentes vitales del motor como, por ejemplo, los levantadores de válvulas. Esta falta de lubricante en el arranque provocará un desgaste prematuro, ya que los componentes interactuarán sin el beneficio de la lubricación hasta que la temperatura del motor comience a elevarse.
Efectos de los aditivos en el motor
El lubricante para motor diésel tiene más aditivos por volumen. Los que más prevalecen son los aditivos detergentes alcalinos. Estos tienen varias funciones, siendo las principales neutralizar ácidos y evitar la formación de depósitos.
Los motores diésel generan una mayor cantidad de subproductos de la combustión y hollín. Estos pasan al cárter del motor a través de los gases de escape (blow-by) mezclándose con el aceite. Cuando este exceso de aditivos es colocado en un motor a gasolina los efectos en su desempeño pueden ser devastadores. El aditivo detergente trabajará para lo que fue diseñado e intentará limpiar las paredes del cilindro. Esto puede tener un efecto adverso en el sellado entre los anillos y la pared del cilindro, lo que da como resultado una pérdida de compresión y eficiencia.
Otras consideraciones
Hay muchas cosas que debe considerar al elegir un lubricante de motor para su automóvil, incluidas las condiciones climáticas en las que el vehículo estará operando. Por ejemplo, en pleno invierno, debe seleccionar un lubricante que tenga la viscosidad adecuada para asegurar que fluya hacia los componentes vitales del motor durante el arranque. La viscosidad del aceite es otro factor crítico para asegurar que las partes móviles del motor estén suficientemente separadas para minimizar el desgaste. El paquete de aditivos del lubricante también es importante.
Los niveles excesivamente altos de antidesgaste pueden provocar que los convertidores catalíticos se obstruyan prematuramente, mientras que el exceso de aditivos detergentes puede provocar fugas entre los anillos del pistón y la camisa, la pérdida de compresión y la degradación prematura del lubricante. Si tiene dudas sobre el tipo de lubricante que debería de usar su vehículo, asegúrese de seguir las recomendaciones del fabricante.
Noria Corporation. Traducido por Roberto Trujillo Corona, Noria Latín América.