«Trabajo en un planta del ramo alimenticio, y nuestro personal de higiene y seguridad ha sugerido que cambiemos a lubricantes grado alimenticio H1. ¿Es esta una buena decisión?”
Si esto se analiza hasta su conclusión lógica, toda la maquinaria, incluidos los vehículos de transporte y maquinaria de los sub-contratistas, tendrían que cumplir con esto a un elevado costo. Más importante, aparte del costo de los lubricantes Premium grado alimenticio, que en ocasiones son hasta cuatro veces más caros, su rendimiento es, en ciertos casos, inferior a los lubricantes minerales comunes o sintéticos, reduciendo potencialmente la vida de la maquinaria. Además, conforme el lubricante H1 envejece, se oxida y se contamina, podría no conservar su estatus H1.
Hay una tendencia a suponer que un lubricante H1 es una opción a prueba de fallas o simplemente un sustituto conveniente para un mantenimiento deficiente, especialmente cuando se han presentado molestos problemas de fugas. A la inversa, una máquina sana, bien mantenida, puede reducir sustancialmente el riesgo de contaminar un producto alimenticio con lubricante.
En muchos casos, es más rentable llevar a cabo medidas proactivas como la mejora de los sellos, filtros y respiradores para evitar fugas. Además, asegúrese de inspeccionar periódicamente la maquinaria y el producto. Por supuesto, siempre hay casos concretos en que el empleo de un lubricante H1 es una decisión sabia y segura.
Mientras que muchos usuarios insistirán en el cumplimiento total de H1, para aquellas máquinas auxiliares con bajo riesgo de contacto accidental con un producto alimenticio puede ser una mejor opción invertir en prácticas más estrictas de mantenimiento. Esta puede ser una situación ganar-ganar para todos.
Noria Corporation. Traducido por Roberto Trujillo Corona, Noria Latín América