Hoy en día se invierte mucho tiempo y dinero en conseguir un aceite bueno y limpio en las plantas industriales de todo el mundo. Al momento de la recepción inicial en instalaciones proactivas con las mejores prácticas, se puede analizar la limpieza de un lubricante, pasar por un sistema de filtración y almacenarlo en un cuarto de lubricación con clima controlado antes de prepararlo para su uso posterior.
En el momento necesario, estos lubricantes se introducen en una máquina donde lubricarán los componentes hasta que lleguen al final de su vida útil, pero ¿entonces qué? Al evaluar los programas de lubricación en múltiples industrias, es fácil ver la cantidad de detalles que se presentan en la primera mitad de la vida útil de un lubricante.
Sin embargo, a menudo se vuelve notablemente silencioso cuando se le pregunta a la mayoría de las personas cómo se manejan los lubricantes una vez que se drenan de una máquina. El consenso general es colocar estos aceites en contenedores etiquetados como aceite usado o aceite de desecho y retirarlos del sitio. Sin embargo, existen reglamentaciones federales y estatales, así como factores de costo-beneficio que pueden verse afectados por el manejo de estos lubricantes.
Antes de revisar cómo se deben manejar estos lubricantes, primero repasemos la diferencia entre el aceite usado y el aceite de desecho. La Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) define el aceite usado como cualquier aceite que haya sido refinado a partir de petróleo crudo o cualquier aceite sintético que haya sido usado y, como resultado de dicho uso, esté contaminado con impurezas físicas o químicas. Para desglosar un poco más esta definición, repasemos el origen, así como las máquinas de las que podría provenir y la contaminación que lo convierte en aceite usado.
Para entrar en la especificación de aceite usado, debe haber comenzado como aceite crudo (aceite refinado del petróleo) o aceite sintético (aceite artificial manufacturado a partir de materiales derivados del petróleo). Los lubricantes derivados de aceite vegetal o animal no pueden clasificarse como aceite usado.
Las máquinas típicas de las que puede provenir el aceite usado incluyen motores de vehículos, cajas de cambios y bombas industriales, compresores e incluso unidades hidráulicas. La contaminación física que hace que estos lubricantes entren en la categoría de aceite usado puede incluir virutas de metal o desechos de las máquinas en las que se usan, mientras que las impurezas químicas pueden provenir de la reacción del lubricante con los contaminantes mencionados anteriormente.
El aceite de desecho es cualquier aceite que se haya mezclado con una sustancia peligrosa conocida. Este aceite puede provenir de una máquina donde un lubricante y un químico, que es una sustancia peligrosa conocida, como el cianuro, tienen potencial para mezclarse.
Un bidón de aceite nuevo también podría considerarse un desecho peligroso antes de colocarlo en una máquina si está expuesto a otra sustancia peligrosa. Por esta razón, es extremadamente importante mantener los lubricantes, tanto usados como nuevos, alejados de sustancias peligrosas. La Ley de Recursos y Recuperación (RCRA, por sus siglas en inglés), que es un documento de la EPA que describe cómo manejar y controlar los desechos peligrosos, clasifica los desechos peligrosos de las siguientes maneras:
- Características: Los residuos exhiben características peligrosas como corrosividad, reactividad, inflamabilidad o toxicidad.
- Altamente peligroso: Los desechos son fatales para los humanos en dosis bajas, letales en estudios con animales en dosis particulares o capaces de causar o contribuir significativamente a un aumento de enfermedades graves.
- Listado como peligroso: El desecho es capaz de representar un peligro sustancial presente o potencial para la salud humana o el medio ambiente cuando se maneja de manera inadecuada.
El aceite de desecho también incluye aceites nuevos que tienen concentraciones de halógeno que superan las 1,000 partes por millón (ppm). Los halógenos incluyen los siguientes elementos: flúor, cloro, bromo, yodo, ástato y teneso. Una de las principales formas en que se encuentran los halógenos en los lubricantes es mediante el uso de aditivos.
Si los lubricantes que utilizan aditivos contienen los elementos antes mencionados y superan las 1,000 ppm, entrarían en la categoría de aceite de desecho. Una excepción a esto serían los fluidos para trabajar metales que contienen parafinas cloradas, que podrían quedar excluidas de la regla de 1,000 ppm si se van a recuperar.
Ahora que tenemos una comprensión clara entre el aceite usado y el aceite de desecho, analicemos cómo manejar estos lubricantes y qué sucede después de que salen de su taller o planta industrial. Una de las primeras cosas que querrá hacer es averiguar las regulaciones de su área local y estatal sobre cómo manejar estos lubricantes. En Tulsa, Oklahoma (la sede de Noria), los residentes pueden llevar hasta cinco galones a la mayoría de las principales tiendas de autopartes, así como al centro de reciclaje de la ciudad, sin cargo.
Cuando se manipulan aceites usados en un entorno industrial, los lubricantes generalmente se llevan a un contenedor o contenedores de almacenamiento que deben etiquetarse como aceite usado. Es muy importante etiquetar estos contenedores correctamente, ya que podría costar hasta 10 veces más eliminar el aceite de desecho que el aceite usado, ya que existen diferentes regulaciones sobre la forma como se manejan.
Los materiales del tanque, las especificaciones de contención de derrames y cualquier registro necesario del contenido del tanque deben anotarse en las reglamentaciones locales y estatales. Algunas reglas generales por seguir son tener una contención que alcance o exceda en 10 por ciento el volumen total almacenado, y tener una alarma configurada que alerte a los usuarios de que el contenedor está lleno en más del 90 por ciento.
Otro punto clave es mantener cerradas en todo momento las escotillas o aberturas de estos contenedores para evitar que entre agua de lluvia; por lo general, las empresas cobran por galón para desechar el aceite usado y, si el tanque tiene agua, le cobran por ello. Si es aceite de desecho, también debe etiquetarse correctamente y mantenerse alejado del aceite usado para evitar la contaminación y convertirlo en aceite de desecho. Algunos transportistas de aceite usado traerán contenedores separados para aceites específicos, lo que les facilita recuperarlos y usarlos nuevamente.
Entonces, ¿qué sucede con estos lubricantes después de que se retiran de su sitio? Ciertos aceites usados pasan por un proceso de recuperación en el que se filtran los contaminantes que puedan tener y se usan nuevamente en las máquinas de las que se extrajeron. Aunque este proceso no devuelve los lubricantes a su estado original, los limpia lo suficiente como para usarlos una o varias veces más.
Este es un gran ahorro de costos para el sitio, ya que no tienen que pagar tarifas de eliminación o el precio del aceite nuevo cada vez que cambian el lubricante. Si bien la mayoría de las plantas pagan para que se retiren los aceites usados de su área de acopio, ahora hay ciertas compañías que no le cobran por transportar el aceite usado; en realidad le pagarán por ello. Cuando las empresas hacen esto, generalmente están haciendo una de dos cosas; ya sea refinándolo para usarlo como aceite base o usándolo como combustible para calefacción.
Existen múltiples opciones sobre cómo se manejan los lubricantes cuando se drenan de una máquina. Pueden descontaminarse y usarse en la misma máquina, recuperarse y usarse como aceite base. Cuando se utilizan como aceites base, estos lubricantes usados se someten a un riguroso proceso de refinación para eliminar las impurezas y los compuestos de oxidación que puedan tener, mientras que a los aceites de calefacción se les elimina la humedad que puedan tener antes de ser utilizados.
Las reglamentaciones federales, estatales y locales han establecido estándares sobre cómo manejar los lubricantes y, si no se siguen, pueden surgir consecuencias legales y financieras.
Noria Corporation. Traducido por Roberto Trujillo Corona, Noria Latín América.