Las aceiteras necesitaban renovarse desde hace varios años. Eran completamente anticuadas desde el punto de vista de la modernidad y necesidades de la lubricación y la confiabilidad de la maquinaria. Afortunadamente, han surgido en el mercado nuevos productos con características muy avanzadas. Para ser más claro, me referiré a las antiguas y comunes como “aceiteras” y a sus sustitutos modernos los denominaré contenedores H&R (abreviatura de “herméticos y reutilizables”).
A pesar de su obsolescencia, las aceiteras prevalecen en muchas organizaciones como un mal hábito. Cuando se cree que por fin han desaparecido, vuelven a presentarse. O las compañías que usan tales productos arcaicos son Neandertales o simplemente no entienden la oportunidad de sepultar lo obsoleto a favor de lo nuevo. Esta columna fue escrita para darle un pequeño empujón a quienes parecen tener problemas para captar o entender este importante mensaje. En el mundo de la confiabilidad de la maquinaria, este mensaje no es trivial, sino más bien un cimiento fundamental de un programa de confiabilidad bien diseñado.
Figura 1. Por su diseño y su naturaleza genérica, las aceiteras tradicionales contribuyen a la contaminación y a problemas derivados de una mala aplicación.
Algunos modelos también son difíciles de limpiar.
Ley de los pocos críticos
¿Por qué fallan las máquinas? Las razones son muchas, pero Vilfredo Pareto (del Principio de Pareto) nos enseñó que necesitamos dedicar nuestro tiempo y recursos en los llamados “pocos críticos”. Esto es, aquellas pocas causas que contribuyen a la gran mayoría de las ocurrencias de fallas. El mantenimiento de precisión depende de enfocarse en los “pocos críticos”. Una de tales causas es la necesidad vital de controlar el ingreso de contaminación que continuamente entra a nuestra maquinaria. La contaminación es una enfermedad silenciosa, pero mortal para la maquinaria que en la mayoría de las organizaciones no recibe la importancia necesaria. Otra de tales causas es la importancia de asegurarse que el lubricante aplicado a la máquina es del grado y calidad correcta. Esto suena a sentido común, pero tristemente, estamos rodeados de errores humanos. Afortunadamente, los contenedores H&R se enfocan en ambas causas (lo veremos más adelante).
Además, un sorpresivo alto porcentaje del consumo de lubricante es dispuesto innecesariamente. Las aceiteras comúnmente tienen residuos de aceite provenientes de usos previos, y se colocan normalmente en el piso del almacén de lubricantes o cerca de una máquina. Debido a que (A) las aceiteras no están etiquetadas correctamente (causando confusión en la identificación de los residuos de lubricante), (B) existe la necesidad de utilizar el contenedor para un aceite distinto, y/o (C) el aceite residual no ha sido protegido de la contaminación ambiental, estos residuos de lubricante normalmente son descartados. En muchas organizaciones hasta el 20 por ciento del consumo total de aceite se desperdicia innecesariamente por esta práctica.
Hay muchos otros beneficios que el uso de los contenedores H&R puede brindarle a su programa de lubricación. Entre ellos están la ergonomía (son fáciles y cómodos de usar), seguridad, evitan el error humano y facilitan la buena conservación en general. A continuación, veremos cómo pueden los contenedores H&R ayudar a alcanzar esas importantes metas.
Control de contaminación: La enfermedad silenciosa
Las partículas y la humedad ingresan al lubricante a través de una gran variedad de fuentes y puntos de entrada. Muchos de esos contaminantes se depositan en el lubricante durante el proceso de transporte y manejo desde la planta de mezclado hasta el punto de uso. Para las máquinas pequeñas, una cantidad sorprendentemente grande de contaminación se introduce en la última etapa, entre el almacenamiento intermedio (tambor o tote) y la máquina. Aquí es donde los contenedores H&R juegan un rol vital en el control del ingreso de los contaminantes durante la rutina de relleno y cambio de aceite (al introducir el aceite de relleno). Lo logramos de la siguiente manera:
Limpieza: Las aceiteras con aberturas estrechas son difíciles de limpiar (ver Figura 1). ¿Alguna vez han tratado de limpiar una de ellas? Por el contrario, los contenedores de boca ancha, como los H&R mostrados en las figuras 2 y 3, nos ofrecen una grata facilidad cuando efectuamos la rutina de limpieza, la cual comúnmente se hace en una estación de limpieza de partes o en una lavadora industrial. Lo más importante es que presentan pocas oportunidades para que los contaminantes los invadan y, por tanto, la necesidad de limpieza periódica disminuye.
Hermeticidad: A diferencia de las aceiteras tipo tetera, los contenedores H&R están sellados herméticamente para controlar el intercambio de aire y el ingreso de contaminantes. La ventilación, la boquilla y otras aberturas se cierran cuando no se usan. No necesita filtrar o limpiar aquello que no se ensucia.
Válvula de ventilación o respirador: Si, el aire necesita entrar mientras despacha el aceite, pero los contenedores H&R restringen el intercambio de aire ambiental mientras no están en uso. Por otro lado, las aceiteras tradicionales actúan más como imanes de suciedad, colectando polvo constantemente en las superficies internas impregnadas con aceite. Algunos usuarios han mejorado sus contenedores H&R instalando pequeños respiradores (filtros de aire) en la abertura de ventilación para eliminar las partículas del aire entrante durante el despacho del aceite – ¡bueno, mejor, excelente! Algunos de los fabricantes de contenedores H&R han integrado esos respiradores en el diseño de las bombas manuales.
Filtración en el despacho: Algunos contenedores H&R están convenientemente adaptados con bombas manuales y mangueras. Puede instalarse un filtro de aceite entre la bomba y la manguera para fungir como una trampa para las partículas antes de que el aceite ingrese al depósito de la máquina. Esto trabaja especialmente bien con fluidos de baja viscosidad (aceites de turbinas, por ejemplo).
Conectores rápidos: Otra ventaja de usar los contenedores H&R con una bomba manual es la capacidad para instalar un conector rápido hembra (QC) en el extremo de la manguera y un conector rápido macho en la máquina (ambos provistos de cubiertas contra polvo). Esto elimina la necesidad de abrir los puertos de llenado para agregar aceite (causando el ingreso de contaminantes) e incluso ayuda a asegurar que el aceite sea filtrado durante el despacho. Lo más importante, no se necesita usar embudos llenos de suciedad. Finalmente, si el conector rápido macho está ubicado correctamente en un área activa del depósito (y por debajo del nivel de llenado), este puerto puede fungir como puerto de muestreo de aceite (evitando la indeseable práctica de utilizar una manguera y bomba de vacío para la toma de la muestra).
Boquillas del tamaño apropiado: Cuando un conector rápido no es una opción práctica, los contenedores H&R pueden equiparse con boquillas lo suficientemente estrechas para abastecer aceite hasta en los puertos de llenado más pequeños (ver figura 2). Una vez más, se evita convenientemente la necesidad de usar embudos.
Opción de usar forros: Algunos usuarios han optado por usar delgados forros plásticos en los contenedores H&R. Esos forros limpios, similares a bolsas para basura, se aseguran entre la base y la tapa del contenedor. La ancha boca de estos contenedores permite esta opción cuando no es práctico efectuar su limpieza.
Figura 2. ¿Puerto de llenado pequeño? Con el contenedor y boquilla adecuados, no es difícil
La interfaz humana
Los contenedores H&R de hoy son claramente producto de la ingeniería humana y del diseño industrial. Ofrecen la comodidad necesaria y la facilidad de uso, además de características de seguridad. A continuación algunos ejemplos:
Mantiene el control: Para un simple contenedor de aceite, usted podrá pensar que con una agarradera se resolvería el problema. No es cierto. ¡Estos chicos tienen hasta cuatro agarraderas! (ver figura 3). Hay una para facilitar el transporte, otra inclinada para sujetarlo durante el despacho, y dos más para sujetar la base del contenedor.
Marcas de graduación: Algunos de esos contenedores H&R tienen marcas de nivel para una fácil medición del volumen de aceite durante el llenado y el despacho.
Etiqueta manía: He mencionado los comunes errores humanos al aplicar el lubricante equivocado a la máquina. Muchos de ellos pueden evitarse eliminando las conjeturas y mejorando la comunicación. Los contenedores H&R han resuelto esto. Están equipados con un amplio surtido de opciones de etiquetas, que incluyen colores, etiquetas adhesivas y bolsas de plástico para detallar la información del producto (incluyendo las hojas de seguridad de los materiales MSDS). Quizás incluso haya escuchado que la OSHA (Agencia de Seguridad y Salud Ocupacional de los Estados Unidos) no está de acuerdo en que los lubricantes y químicos se coloquen en contenedores sin marcas de identificación.
Figura 3. Este contenedor H&R dispone de cuatro agarraderas,
que permiten al técnico elegir la que se acomode mejor para la aplicación.
Consejos para usar mejor los contenedores
Además de las obvias, compartimos con ustedes las siguientes sugerencias para optimizar el uso de los contenedores H&R:
- Compre suficientes contenedores, de manera que estén dedicados específicamente para cada área de trabajo y tipos de lubricantes. No comparta contenedores, pues existe riesgo de contaminación cruzada entre lubricantes.
- Almacene los contenedores H&R cerca del punto de uso en casilleros para mantenerlos limpios y seguros. Esto también mejora la comodidad y minimiza el riesgo de contaminación cruzada.
- Al etiquetar el contenedor, marque la fecha en que éste fue limpiado y cuándo será la próxima fecha de limpieza.
- Siempre tome nota de cualquier sedimento, lodo o agua. Si esto se encuentra, corrija el origen para evitar la futura introducción de dichos contaminantes en su máquina.
- Mantenga limpio el exterior de dichos contenedores, especialmente la boquilla y las áreas de manipulación.
- Entrene a todos los operadores y técnicos en lubricación en el correcto uso de los contenedores H&R.
Que no lo atrapen durmiendo
Los contenedores H&R sirven como un signo visual de la excelencia en mantenimiento. Por el contrario, el uso de aceiteras fosilizadas sirve como un constante recordatorio de la negligencia en el mantenimiento y del estancamiento del programa. Los contenedores H&R no son el último grito de la ciencia, pero sí una enérgica declaración de un trabajo bien hecho. Es tiempo de actuar.
Noria Corporation. Traducido por Roberto Trujillo Corona, Noria Latín América.