¡Deje de almacenar tambores de aceite sin protección! Podría costarle a largo plazo.

Mar. 25, 2024

Autor: Noria Latín América

Última actualización: 03/25/24

No se puede subestimar la importancia de almacenar adecuadamente los tambores de aceite cuando se trata de lubricación y confiabilidad de la maquinaria a largo plazo. La correlación entre el almacenamiento de tambores de aceite sin protección y una eventual falla de la máquina es innegable. Dentro de estos contenedores aparentemente inofensivos se encuentra una potente fuente de contaminación, que alberga suciedad y humedad que pueden causar estragos en la maquinaria.

A pesar de que este conocimiento es común entre los profesionales, a menudo se ignora su importancia y no se aborda de manera correcta. A diferencia de la proverbial rueda chirriante que exige atención, el descuido del almacenamiento adecuado del tambor de aceite puede fácilmente pasar desapercibido. Para agravar este problema está el desafío de identificar retroactivamente las condiciones de almacenamiento como la causa principal del falla de la máquina.

Considere esto: ¿Con qué frecuencia rastreamos la falla de un rodamiento hasta las condiciones en las que se almacenó su tambor de aceite original?

La verdad es que las repercusiones de dejar los tambores de aceite desprotegidos preparan desde el principio el terreno para la falla. No se trata sólo de que el aceite quede plagado de lodos y productos de degradación; más bien, es el deterioro gradual de propiedades cruciales del lubricante. Desde una reducción de la vida oxidativa del aceite hasta una protección comprometida contra la fricción y el desgaste, insuficiente supresión de la espuma, emulsificación del agua y deterioro de la filtrabilidad, las consecuencias son múltiples.

Lo que hace que esta situación sea particularmente insidiosa es cómo estas deficiencias en las primeras etapas oscurecen su conexión con una eventual falla de la máquina. Cuando los problemas de desempeño del lubricante se manifiestan durante el servicio, es muy fácil echarle la culpa al fabricante o atribuirlo a un lote de aceite defectuoso.

Sin embargo, la realidad a menudo revela una historia diferente: una historia de aceite almacenado inadecuadamente.

Afortunadamente, existen soluciones para quienes estén dispuestos a tomar medidas proactivas. La implementación de salvaguardias simples, como dispositivos de prevención de ingreso, como Air-Lock de Luneta, no solo preserva la integridad del aceite, sino que también se traduce en ahorros sustanciales de costos en el futuro. Es hora de reconocer el rol fundamental que desempeña el almacenamiento adecuado de los tambores de aceite para salvaguardar el desempeño y la longevidad de la maquinaria.

Degradación típica del aceite

El aceite no dura para siempre y se degrada con el tiempo debido a lo que está expuesto. El agua, el calor, el aire y los metales catalíticos (ACAM) son ejemplos de exposición a contaminantes que degradan directamente el aceite. El oxígeno y la humedad pueden provocar oxidación e hidrólisis, respectivamente. El aumento de las temperaturas acelera estas reacciones químicas (de acuerdo con la regla de la tasa de Arrhenius). Y uno de los impulsores más destacados de la oxidación del aceite es la presencia de metales catalíticos de desgaste y agua en el aceite juntos. Todas estas son cosas malas que provocan fallas en la máquina.

Por ejemplo, cuando el aceite de una máquina comienza a oxidarse, puede aparecer oscuro y fangoso si revisa la mirilla. Una forma aún mejor de detectar este problema es mediante el análisis del aceite, que puede detectar cambios, como aumento de la viscosidad y niveles de acidez.

Cuando el aceite está recién elaborado, se encuentra en su mejor condición, con toda la calidad del aceite base y los aditivos intactos. Sin embargo, a medida que se expone a factores como el calor, el aire y la humedad (ACAM), su vida oxidativa comienza a disminuir. Esto sucede porque los aditivos antioxidantes del aceite se agotan mediante la descomposición. Este proceso puede ocurrir en cualquier lugar, ya sea durante el almacenamiento, la transferencia o durante el uso.

Los indicadores de análisis de aceite generalmente se miden mientras el aceite está en servicio. Sin embargo, si el aceite se almacena en malas condiciones, es posible que su condición inicial ya esté comprometida. Esto podría significar que su vida oxidativa, o el nivel de agotamiento de aditivos, podría comenzar por debajo de lo esperado, lo que puede debilitarlo aún más desde el principio.

El grado de deterioro del aceite depende completamente de a qué ACAM esté expuesto durante el almacenamiento y durante cuánto tiempo. Desafortunadamente, los tambores no están hechos para proteger completamente el aceite y pueden permitir que los contaminantes y la humedad se filtren con el tiempo a través de los efectos de sifón térmico diario.

Incluso pequeños cambios de temperatura pueden atraer contaminantes y humedad a través de los espacios alrededor de los tapones. Y no se trata sólo de tambores de 55 galones que almacenan aceite, sino de cualquier fluido que se almacene en un tambor típico.

Separación de aditivos

Como se mencionó anteriormente, los aditivos del aceite pueden descomponerse ya que protegen el aceite base de los contaminantes. Esto lo hacen principalmente los antioxidantes. Además, algunos aditivos se sienten atraídos naturalmente por los contaminantes debido a sus propiedades químicas, conocidas como polaridad, que los hace unirse naturalmente con otros materiales polares.

Estos aditivos pueden “pegarse”, por así decirlo, en partículas o agua y salir del suministro principal de aceite. Algunos ejemplos incluyen desactivadores de metales y dispersantes (que se adhieren a las partículas) y agentes emulsificantes (que se adhieren al agua). Con el tiempo, estos aditivos pueden separarse o filtrarse durante los procesos de purificación del aceite.

Todos estos problemas se pueden evitar garantizando que el aceite permanezca limpio y seco, ya sea que esté en uso o almacenado.

La contaminación del aceite durante el almacenamiento conduce a una costosa negligencia

Ahora que tiene una comprensión básica de cómo el aceite puede degradarse y los aditivos pueden agotarse si se permite que los contaminantes permanezcan en el aceite (ya sea durante el almacenamiento o en servicio), profundicemos en cómo el almacenamiento de tambores sin protección puede generar costosos descuidos:

  1. El costo del desgaste de las máquinas: La cascada de daños iniciada por las partículas sin filtrar es alarmante. Cada partícula ingresada actúa como progenitor de una mayor generación de partículas, un proceso que aumenta exponencialmente el desgaste. El marcado contraste entre los sistemas con filtración de alta calidad y los que no la tienen ilustra el papel fundamental de la exclusión proactiva de la contaminación.
  2. El costo de la contaminación por humedad: Los efectos insidiosos de la humedad en el aceite y la maquinaria están bien documentados; incluso una presencia mínima de agua conduce a reducciones drásticas en la vida útil de los componentes. El argumento económico a favor de la exclusión de la humedad, particularmente a través de soluciones simples como Air-Lock, es irrefutable cuando se consideran los costos de los daños y el tiempo de inactividad de la máquina.
  3. El costo de las medidas reactivas: Si bien la filtración y deshidratación del aceite son esenciales, representan un desembolso financiero importante. Estas medidas reactivas, aunque necesarias, son mucho más costosas en comparación con la exclusión preventiva de contaminantes. Mantener alejados los contaminantes en las primeras etapas del almacenamiento de aceite con estrategias sin mantenimiento presenta una alternativa económicamente sólida.
  4. El costo del consumo de aceite y los costos operativos: La contaminación no solo acorta la vida útil del aceite sino que también exacerba el consumo de aceite y los problemas de fugas, como por ejemplo los daños en los sellos. Al minimizar el ingreso de contaminantes y mantener un aceite más limpio, muchas empresas han reportado una reducción de más del 80 por ciento en las fugas. Esto contribuye directamente a un menor consumo de aceite, menos cambios de aceite y menores costos operativos.
  5. El costo del bajo desempeño y el aumento del consumo de energía: El impacto de la contaminación se extiende más allá del desgaste y las fallas de la máquina, afectando el consumo de energía y el desempeño de la máquina. Si se permite que las máquinas funcionen con aceite contaminado, el funcionamiento de la máquina es lento o errático. Este es el caso de las bombas y actuadores hidráulicos que pierden eficiencia volumétrica debido al desgaste inducido por contaminantes. Al mismo tiempo, hay un mayor consumo de energía debido a la fricción y el desgaste.

Por el contrario, un aceite limpio y seco, libre de la carga de partículas y desgaste inducido por la humedad, garantiza una eficiencia óptima y extiende el ciclo de vida a largo plazo de la maquinaria.

 

Su elemento de acción: Detener la contaminación tempranamente

Seguramente ya lo ha escuchado antes: salga del modo de mantenimiento reactivo y adopte un enfoque proactivo. Un paso importante en esta dirección es garantizar la limpieza de los tambores de aceite durante el almacenamiento utilizando tecnologías eficaces. Si bien puede haber un pequeño costo inicial involucrado, los beneficios a largo plazo en términos de economía, operaciones y medio ambiente lo superan con creces.

Tomar medidas para proteger los tambores de aceite de los contaminantes demuestra un enfoque de mantenimiento con visión de futuro, particularmente mientras nos esforzamos por alcanzar la excelencia en nuestras prácticas. La implementación de dispositivos de protección como Air-Lock no solo reduce el riesgo de fallas de la máquina sino que también fomenta una cultura de responsabilidad entre quienes administran la lubricación. Esta sencilla medida proactiva establece un estándar de limpieza durante todo el ciclo de vida del aceite, desde el almacenamiento hasta la dosificación y el uso en maquinaria.

Al priorizar la exclusión de contaminantes en el almacenamiento de aceite, no solo mejoramos el desempeño de la máquina sino que también señalamos nuestro compromiso con la excelencia operativa y la sostenibilidad. Es hora de dejar de dudar y comenzar a tomar medidas decisivas para salvaguardar la salud de nuestra maquinaria a través de prácticas de gestión de lubricantes más inteligentes.

Referencia: Bennett Fitch, Noria Corporation. Traducción por Roberto Trujillo Corona, Noria Latín América

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