Cuando se almacena grasa, e incluso cuando se está utilizando, se presentará una cierta cantidad de sangrado. Aunque esto es común, la tasa a la que esto ocurre puede controlarse por medio de un almacenamiento apropiado y técnicas de uso.
Antes de ver esas estrategias, es importante entender cómo se elabora una grasa y los tipos de liberación de aceite que se pueden presentar.
Composición de la grasa
Grasa = 70 a 95 por ciento de aceite básico + 3 a 30 por ciento de agente espesante + 0 a 10 por ciento de aditivos.
En general, una grasa es un producto semifluido que consiste de una dispersión de un agente espesante en un líquido lubricante. Este sistema espesante puede elaborarse a partir de un jabón simple o complejo, como por ejemplo de calcio, sodio, aluminio, litio o bario, o de una base no jabonosa como la arcilla (bentona) o la poliurea. El sistema espesante puede compararse con una esponja que contiene una matriz de fibras o plaquetas con una alta área superficial formando una densa red de micro-asperezas (vacíos) o fibras.
Es en estos vacíos o estructura fibrosa en donde el aceite básico y los aditivos se almacenan hasta que son necesarios para lubricar.
Así como una esponja libera agua cuando se exprime, la grasa libera su aceite básico del sistema espesante cuando es sometida a tensión. El esfuerzo al que está sujeta una grasa puede ser generado mecánicamente o térmicamente durante la aplicación o almacenamiento.
Técnicas de almacenamiento y manejo
Como la mayoría de los materiales, las grasas lubricantes se deteriorarán poco a poco con el tiempo. La velocidad y el grado de deterioro dependen de las condiciones de almacenamiento y manipulación a la que se expone.
La grasa puede cambiar sus características durante el almacenamiento. El producto puede oxidarse, sangrar, cambiar su apariencia, contaminarse o hacerse más firme o más suave. El grado de afectación varía con la duración del almacenamiento, la temperatura y la naturaleza del producto.
Dependiendo de las condiciones de almacenamiento, algunas grasas pueden cambiar su dureza por envejecimiento, provocando que el producto se vuelva más firme e incremente su consistencia o que incluso se reblandezca, haciendo que la grasa se salga de su grado de consistencia original. Este comportamiento puede agravarse por las condiciones de almacenamiento prolongado. Por esta razón debe evitarse almacenarla por períodos prolongados.
El Instituto Nacional de Grasas Lubricantes (NLGI, por sus siglas en inglés) recomienda que si una grasa se almacena por más de un año, sea inspeccionada y se le practique la pruebade penetración trabajada para asegurar que la grasa todavía se mantiene dentro del grado NLGI original.
Otra práctica recomendada de la industria especifica que siempre que se reciba cualquier tipo de lubricante, deben seguirse los métodos de uso y almacenamiento de acuerdo con el sistema de manejo de inventarios “primero en entrar/primero en salir” (PEPS o FIFO). Esto simplemente requiere que el usuario utilice en primer lugar la grasa que entró primero en el almacén. Además, los fabricantes de grasas deben colocar un código de fecha o número de lote en los envases individuales o cajas que ayuden a determinar el mes, día y año en que la grasa se fabricó.
Como se mencionó anteriormente, las grasas tienden a sangrar y liberar sus aceites básicosdurante el almacenamiento. La tasa de liberación de aceite aumentará con el tiempo y variará en función de la temperatura a la que se almacena. Idealmente, la grasa debe almacenarse en interiores, en un área fresca y seca, que no exceda de 30°C (86° F) ni esté por debajo de 0°C (32° F).
No es raro encontrar recipientes de grasa en las zonas de almacenamiento que tienen temperaturas de hasta 54°C (130° F). Las áreas de almacenamiento también pueden estar expuestas a contaminantes como el polvo, la suciedad, la humedad o agua de lluvia, que pueden deteriorar severamente la calidad de la grasa.
Un contenedor de grasa no debe exponerse directamente a los rayos del sol ni almacenarse en áreas en contacto directo con alguna fuente de calor, como tuberías de vapor, hornos, la cabina de un camión en un clima muy cálido, etc. Esto no hará sino agravar la tasa de liberación de aceite que pudiese ocurrir.
Siempre almacene la grasa en su envase original y mantenga el recipiente cerrado hasta que sea la hora de utilizarlo. Limpie la tapa o cubierta del contenedor antes de abrirlo y utilice siempre herramientas limpias y equipos especiales para despacho cuando manipule o bombee la grasa. Después de usarla, el contenedor debe cerrarse inmediatamente y mantenerse así hasta su siguiente uso. Antes de colocar nuevamente la tapa en el contenedor, limpie el polvo, la suciedad o el exceso de grasa que hubiera podido acumularse.
Los cartuchos de grasa y lubricadores automáticos de un punto deben almacenarse en posición vertical en todo momento. Si el cartucho se deja instalado en alguna pistola de engrasar, esta debe estar sin presión, limpiarse con un trapo limpio para eliminar los contaminantes y almacenarla en posición horizontal dentro de un lugar limpio, fresco y seco, como un gabinete o armario, para evitar que el aceite sangre fuera de la grasa.
Para garantizar aún más la limpieza y calidad original de una grasa, así como para evitar la separación excesiva de aceite, se recomienda observar las siguientes técnicas para el almacenamiento y manejo de las grasas:
- No utilice grasas lubricantes que hayan estado almacenadas por largos períodos de tiempo a menos que su condición y limpieza pueda ser verificada por un análisis de laboratorio.
- Si se sospecha que hubo mezcla accidental o sabe que existe, consulte al proveedor del lubricante o realice las pruebas de compatibilidad.
- El almacén debe estar separado de áreas con contaminantes, tales como partículas metálicas, polvo, suciedad, vapores químicos y humedad. El cuarto debe estar a temperatura adecuada, bien ventilado y contar con accesorios limpios, equipos de despacho y otras necesidades. El personal también debe estar debidamente capacitado en las técnicas de almacenamiento y control de inventarios para evitar la contaminación.
- Los contenedores de grasa deben estar claramente etiquetados con la fecha en que fueron recibidos, el tipo y marca de grasa, etc. Estas etiquetas deben colocarse en un sitio en el que se puedan leer fácilmente. Posiblemente sea conveniente colocarlas tanto en la tapa como en el costado del envase.
- Guarde la grasa en su envase original hasta que vaya usarla. Los tambores, cubetas o baldes, cartuchos y cajas no deben dejarse en el suelo, sino sobre un estante, plataforma o tarima de al menos varios centímetros de altura.
- Nunca deje los contenedores de grasa mal cubiertos, destapados o abiertos. Manténgalos cerrados herméticamente entre usos. Si los recipientes se almacenan en exteriores, cúbralos con una lona pesada, o con una cubierta de plástico para evitar el ingreso o acumulación de agua o suciedad. Debe evitarse colocar los tambores, cubetas y bidones directamente sobre el suelo, almacenándolos sobre sus costados o inclinados en un ángulo de 45 grados para evitar que entre humedad o suciedad al producto.
- Todos los instrumentos utilizados para manipular o aplicar la grasa deben limpiarse antes de utilizarlos.
- Nunca utilice palas de madera o espátulas para remover o transferir la grasa de los contenedores a las pistolas de grasa u otros sistemas de despacho. Esta práctica implica un alto riesgo de contaminación.
- Si se emplea un sistema de calefacción en los tambores, debe contar con algún mecanismo regulador de temperatura. La grasa nunca debe calentarse por encima de 24°C (75° F), y el calentador no debe dejarse encendido permanentemente ni dejarse desatendido. Esto puede causar que la grasa libere fácilmente el aceite o incluso endurecerse debido a la oxidación y el esfuerzo térmico.
- Nunca use un soplete o llama abierta para calentar un contenedor de grasa. Esto genera riesgo de incendio.
- Mantenga un registro de inventario y utilización independiente por cada producto. Llevar un registro del consumo de grasa y en qué máquina o pieza de equipo se utiliza le ayudará a mantener un inventario exacto.
- Utilice primero el contenedor más antiguo.
- Antes de almacenar o utilizar una grasa, inspeccione los contenedores recibidos por cualquier daño, como abolladuras graves, corrosión o humedad.
- Utilice algún tipo de codificación y sistema de etiquetado para identificar el contenido de los envases de lubricantes, los sistemas de bombeo/transferencia, herramientas y tuberías que transportan la grasa en toda la planta. Asegúrese de que todas las válvulas de transferencia, mangueras y equipos de despacho se mantengan limpios. Los sellos y juntas también deben conservarse en buen estado.
- Todos los contenedores de transferencia deben llenarse bajo condiciones limpias.
- Los recipientes de grasa debe vaciarse por completo antes de desecharlos.
Noria Corporation. Traducio por Roberto Trujillo Corona, Noria Latín América.