Los beneficios de la capacitación en control de la contaminación

May. 15, 2023

Autor: Noria Latín América

Última actualización: 09/14/23

“¡Vaya, hay tantas cosas que no sabía sobre la lubricación!” Esta es la respuesta típica después de que alguien asiste a un curso de Lubricación de Maquinaria: un viaje de aprendizaje de varios días a través de todo tipo de temas que incluye aprender sobre las funciones de un lubricante, cómo seleccionar el lubricante adecuado para cada aplicación, cómo administrarlos en el almacenamiento y aplicarlos correctamente a las máquinas y, por supuesto, todo sobre el monitoreo de las condiciones del lubricante y la máquina a través de inspecciones y análisis de aceite.

Pero hay dos áreas específicas de lubricación que se deben comunicar a casi todos los que trabajan con y alrededor de la maquinaria de la planta: control de la contaminación e inspecciones. En este artículo, revisaré algunos de los beneficios de la capacitación en control de la contaminación, ya que impulsa el cambio cultural y el crecimiento sostenible a largo plazo con la confiabilidad de la planta.

¿Qué es el control de la contaminación?

Considere primero que la contaminación se define como “cualquier sustancia extraña o no deseada que puede tener un efecto negativo en el funcionamiento, la vida útil o la confiabilidad del sistema”. La contaminación es mucho más que las partículas sólidas del medio ambiente; tambien incluye agua, aire, glicol, hollín, combustible, etc. Incluso el lubricante incorrecto mezclado con el lubricante actual es una forma de contaminación conocida como contaminación cruzada.

El control de la contaminación en el contexto de la lubricación incluye la “planificación, organización, gestión e implementación de todas las actividades necesarias para determinar, lograr y mantener un nivel de contaminación especificado”. Tenga en cuenta que ni la palabra “eliminar” ni “remover” se utilizan en esta definición; hablaremos más sobre eso más tarde.

No lo deje al instinto

Mucho de lo que es importante con el control de la contaminación no es intuitivo, lo que significa que, hasta que alguien tenga capacitación, simplemente no sabe lo que no sabe. Tomemos, por ejemplo, el tamaño físico de los contaminantes sólidos que podrían dañar un componente en contacto rodante o deslizante. Las películas de aceite suelen ser de 5 a 20 micrones para contacto deslizante (cojinetes de turbinas, engranajes, pistones, etc.), hasta menos de un micrón para contacto rodante (rodamientos, engranajes, levas, etc.). Las partículas típicas en el aire que ingresan a las máquinas suelen ser mucho más pequeñas que 40 micrones, que es el límite de visibilidad sin ayuda. Esto hace que sea común que exista una percepción errónea del grado de limpieza necesario dentro y alrededor de las máquinas lubricadas. No es intuitivo para nosotros comprender la importancia de estos contaminantes virtualmente invisibles con las prácticas cotidianas. Este es solo un ejemplo de lo que se debe aprender a través de una capacitación cuidadosa: proporcionar una discusión y una explicación sobre por qué es importante el control de la contaminación, en lugar de simplemente decirles qué hacer y qué no hacer.

Cree un equilibrio entre la exclusión y la remoción

A menudo se supone que el control de la contaminación se trata solo de filtración. Esto está lejos de la verdad. Si bien es una parte importante del control de la contaminación, la filtración solo es necesaria porque, en primer lugar, se permitió que la contaminación ingresara al aceite (y a la máquina). Las acciones que se deben tomar para controlar la contaminación incluyen tanto la exclusión (sellos, respiraderos, limpieza de aceite nuevo, etc.) como la eliminación (principalmente filtración). De hecho, siempre será mucho más barato (menos de una décima parte del costo) evitar que un gramo de suciedad entre en una máquina que eliminarlo mediante filtración.

Sin embargo, ni la exclusión ni la remoción son perfectas: deben considerarse juntas como una solución de control de contaminación para máquinas críticas. Se debe aprender a través del entrenamiento que el control de la contaminación requiere un equilibrio de este enfoque de dos partes, al igual que nuestro control calórico corporal, donde nos esforzamos por quemar más calorías de las que consumimos. Para las máquinas, podemos monitorear los niveles de contaminación a través del análisis de aceite, para verificar que se mantenga en equilibrio. Si se acumulan más contaminantes en el aceite de los que se eliminan, se puede desarrollar una falla inducida por la contaminación. Es importante que aquellos que toman decisiones sobre respiradores, sellos, filtración y otros manejos cotidianos del reservorio de aceite hayan aprendido sobre el control de la contaminación para asegurarse de que se está haciendo lo suficiente para mantener esto en equilibrio.

Descubra los beneficios

Durante décadas, innumerables estudios de la industria realizados por los fabricantes de equipo original (OEM, por sus siglas en inglés) y grupos de usuarios finales han identificado que la contaminación es la principal causa de desgaste de los rodamientos, engranajes y la mayoría de los componentes lubricados. Además, está bien establecido que el costo de controlar la contaminación a través de las mejores prácticas optimizadas será considerablemente menor que los ahorros de costos por fallas relacionadas con el desgaste mecánico que disminuyen durante ese período.

Entonces, ¿por qué esto no se realiza con frecuencia? Aquí es donde se necesita capacitación. Como el desgaste mecánico ocurre por niveles moderados de contaminación, propaga un período de desarrollo de falla gradual que parece en gran medida sin incidentes para la persona no capacitada. A medida que empeora el desgaste, eventualmente el mantenimiento predictivo (PdM, por sus siglas en inglés) puede desencadenar una acción correctiva a través de análisis de vibraciones, inspecciones u otros medios. Si esto se convierte en una ocurrencia común, entonces se puede programar una tarea de mantenimiento preventivo (PM) para reemplazar estos componentes en un intervalo fijo que es significativamente menor que la vida útil prevista. Y desafortunadamente, esto es muy común.

Estas fallas capturadas por PdM y PM programados son recompensadas, pero estos hábitos en realidad forman una cultura de mantenimiento centrada en reaccionar ante fallas en lugar de establecer medidas proactivas para reconocer la causa raíz (contaminación) y mejorar el mantenimiento proactivo (control de contaminación).

Si se hiciera un análisis de causa raíz, sería difícil identificar una sola causa. Más bien, la causa raíz suele ser una compilación de malas decisiones y prácticas que afectan los niveles de contaminación. Las buenas prácticas incluyen actividades o decisiones cotidianas como:

  • Manejar los aceites nuevos manteniéndolos limpios y secos antes de usarlos.
  • Transferir aceites nuevos por medio de contenedores limpios, sellables y rellenables, carros de filtración o equipos similares.
  • Administrar los espacios superiores de las máquinas mediante el uso de respiradores desecantes de calidad.
  • Monitorear los niveles de contaminación con análisis de lubricante en máquinas críticas.
  • Determinar las necesidades de descontaminación de manera efectiva, ya sea a través de una filtración fija continua o mediante una filtración periódica con un carro de filtración.
  • Y muchas más actividades diarias como lavados cuidadosos de las máquinas, mantener las áreas ordenadas y limpias, efectuar rutinas de inspecciones, etc.

Las acciones y decisiones que influyen en el control de la contaminación son parte de un esfuerzo colectivo que involucra a casi todos los que trabajan alrededor de las máquinas, incluido al mantenimiento, los operadores, los técnicos de lubricación, los ingenieros de confiabilidad, los supervisores, etc., y que construye una conciencia colectiva y una mejor comprensión de lo que implica cada uno de sus roles. Los beneficios de la capacitación en control de la contaminación se multiplican a medida que todos le dan la importancia en conjunto, especialmente cuando la capacitación se lleva a cabo en persona, como un solo grupo.

En última instancia, el control de la contaminación es responsabilidad de todos. Cuando se brinda capacitación a los responsables, se establece la pauta, desde el nivel más alto hasta el más bajo, de que la lubricación no es una parte insignificante del mantenimiento, sino que requiere que se tomen deciciones analizadas cuidadosamente, acciones diarias de calidad y, lo que es más importante, tiene un impacto en el resultado final. Todo esto requiere de un profesional altamente capacitado.

Bennett Fitch, Noria Corporation. Traducción por Roberto Trujillo Corona, Noria Latín América

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