Jim Fitch, Noria Corporation. Traducido por Roberto Trujillo Corona, Noria Latin America
Quizás haya escuchado que la confiabilidad de la maquinaria es responsabilidad de todos. En términos generales, esto es muy cierto y necesario. Todos debemos mantener nuestros ojos atentos a los problemas, grandes y pequeños, por lo que deberíamos fomentar una cultura de inspección y mantenimiento proactivo. La inspección se trata principalmente de una observación sensorial incesante y significativa. Cualquier persona competente y responsable cerca de una máquina puede y debe servir como inspector del momento.
No se trata solo de la máquina. Hay cinco estados operativos de inspección, como ya he descrito en otros artículos. Por ejemplo, analicemos las partes de repuesto de las máquinas. Con frecuencia se organizan en almacenes o en estantes y tarimas cerca de máquinas en operación y otras áreas de trabajo activas. Tarde o temprano, estos componentes se convierten en una parte integral de alguna máquina en donde están destinadas a ser utilizadas. La inspección es un proceso que debe mantenerse desde la cuna hasta la tumba, incluyendo todas las partes que conforman una máquina o un tren completo y funcional.
Cualquier estado o condición deteriorada al cual esté expuesta el componente se transferirá a la máquina en funcionamiento. Incluso los componentes más pequeños que estén afectados con algún problema pueden hacer metástasis y contagiar riesgos y daños a las líneas de proceso operativo o incluso más allá. No es el costo de la reparación, sino el costo de la producción perdida lo que importa, a menudo multiplicándose varias veces el costo de la reparación.
Aún así, debido a las posibles consecuencias de la falla, la inspección requiere responsabilidad y rendición de cuentas. Anteriormente he discutido la necesidad de un plan de inspección que describa el rol y las habilidades del inspector. Las tareas de los inspectores son amplias y, en muchos casos, también difíciles. Cada tarea, según se defina en el plan de inspección, requiere de un conjunto de habilidades correspondiente.
Las habilidades deben coincidir con las tareas, no en forma general, sino específicamente. Cada inspector debe calificar su inventario real de competencias según las habilidades requeridas y definidas por las tareas (y procedimientos). Las brechas entre estas habilidades deben cerrarse mediante capacitación o tal vez mediante un cambio de personal.