Son bien conocidas las razones por las que el aceite envejece y requiere ser sustituido periódicamente. Es cierto que muchos de los factores que influyen en el consumo de lubricante e intervalos de cambio de aceite no están dentro del ámbito de control de la mayoría de los usuarios. Sin embargo, existen muchos factores que son mucho más controlables y que muchas organizaciones no capitalizan para reducir ambos costos y los riesgos asociados con la relubricación.
De acuerdo a un reporte, el costo real de un cambio de aceite puede exceder 40 veces el costo del aceite mismo. De hecho, existen muchos costos ocultos y riesgos desconocidos durante la relubricación, los cuales deben tomarse en cuenta. Veamos algunos de los riesgos al hacer un simple cambio de aceite:
- Introducir un aceite equivocado, incompatible o mezclado
- Introducir aceite contaminado
- Introducir un lubricante que se ha degradado durante el almacenamiento (estratificación severa de aditivos es un ejemplo común)
- Introducir un aceite defectuoso (relacionado con la mezcla o formulación) • Revolver los sedimentos y lodos durante el cambio de aceite (esto se conoce como el efecto pecera y puede provocar obstrucción de conductos de aceite y consecuentemente falta de lubricación)
- Desplazamiento de lodos y depósitos, causando fugas (se afecta la coagulación del aceite)
- Arranques en seco, arranques con aceite sucio (antes de que el filtro pueda restaurar la limpieza)
- Fallas humanas durante o inmediatamente después de un cambio de aceite (exceso de lubricante, falta de lubricante, falla al abrir/cerrar válvulas, arranque en seco de bombas, etc.).
Cuando se observa colectivamente el costo real de un cambio de aceite y los riesgos asociados, existe una considerable motivación financiera y de negocio para maximizar, o al menos optimizar, el intervalo de cambio de aceite. Cuando se implementa bien, esto puede traducirse en una brusca reducción de consumo de aceite, disminución de costos de mantenimiento y mayor confiabilidad de la máquina.
Comencemos examinando la necesidad de un cambio de aceite. El aceite no dura para siempre; envejece en forma similar al cuerpo humano. Al exponer a un lubricante a los elementos que están en el interior de una máquina (aire, temperatura, refrigerante, partículas, etc.) a menudo se provoca un daño irreparable. Los aditivos pueden extender la vida de un lubricante, pero no pueden prevenir la degradación y envejecimiento simultáneamente.
Los aceites lubricantes necesitan cambiarse por las siguientes razones:
- Hay una pérdida actual o inminente de desempeño del lubricante (control de fricción, control de desgaste, control de depósitos, control de corrosión, etc.).
- El lubricante se ha transformado en un vehículo de cualquiera de los siguientes contaminantes peligrosos y no removibles (lodo, glicol, bacterias, ácidos, etc.).
- Existe temor de que el lubricante necesite ser cambiado (por alguna o ambas razones anteriores) sin contar con los medios adecuados para confirmarlo.
A continuación algunos métodos comunes y algunos pocos no tanto para reducir el consumo de lubricante y extender los intervalos de drenado. No todos esos métodos tienen aplicación práctica en todos los casos en que se emplean los lubricantes. Sin embargo, en aquellos casos en que los intervalos de drenado tienen el mayor beneficio potencial, usualmente puede diseñarse una estrategia exitosa relacionada con los métodos.
Seleccione lubricantes de alto desempeño y larga vida de servicio
Existen grandes diferencias en la durabilidad de lubricantes cuando se exponen a las condiciones de operación de la máquina. Por lo tanto, una estrategia simple es seleccionar lubricantes con formulaciones robustas que resistan la degradación en la aplicación objetivo. El uso de aceites minerales de alta pureza, sintéticos con mejor estabilidad a la oxidación, sistemas antioxidantes mejorados, mejores demulsificantes, un robusto paquete de aditivos y dispersantes de larga vida, puede extender significativamente la vida en servicio del lubricante. Adicionalmente, seleccione lubricantes para las aplicaciones para las cuales fueron formulados. Por ejemplo, un aceite de motor de alto desempeño debe exhibir un mejor desempeño en un motor diesel, pero podría fallar rápidamente cuando es empleado en un sistema hidráulico.
Reduzca la densidad de exposiciones críticas que estresan a los aditivos y dañan al aceite base
La mayoría de los aditivos se agotan a una tasa proporcional a la densidad de exposición a un rango de contaminantes y condiciones de operación. Agua, tierra, partículas metálicas, hollín, temperatura, ácidos y aire son contaminantes que estresan los aditivos y conducen a su agotamiento. El agotamiento de aditivos es el precursor usual a la falla del aceite base, disminución del desempeño de la máquina y eventual falla de la misma.
Los siguientes son algunos ejemplos de cómo reducir su exposición:
- Incremente el volumen de aceite usado. Mientras mayor es el volumen de aceite, mayor es la cantidad total de aditivos que protegen y más se diluyen los contaminantes. La dilución de contaminantes reduce la severidad del estrés (energía de activación en el caso de incremento de temperatura) tanto en los aditivos como en el aceite base. Sin embargo, incrementar el volumen de aceite no es una opción práctica en muchas aplicaciones.
- Mantenga la vigilancia en el control de contaminación. Mantener los aceites más limpios, más secos y bien protegidos puede extender significativamente su vida en servicio. Esto se logra restringiendo el ingreso de contaminantes y removiéndolos rápidamente (filtración, enfriadores, separadores, etc.). Es importante no sólo reducir la densidad de esos contaminantes, sino también el tiempo de exposición.
- Limite la exposición a pro-oxidantes. Los radicales libres, hidroperóxidos y otros subproductos de oxidación del aceite aceleran la tasa de agotamiento de aditivos (antioxidantes) una vez que se añade aceite nuevo. En muchos casos, es importante drenar esos pro-oxidantes de una máquina antes de agregar aceite nuevo. El análisis de aceite puede alertarnos de la necesidad de efectuar un lavado del depósito durante el cambio de aceite.
Restablezca los aditivos agotados
Los aditivos agotados pueden reponerse en dos formas diferentes a fin de extender el intervalo de cambio del aceite y evitar que se deseche aceite que aún se encuentra saludable. Hay dos opciones que están al alcance de los usuarios:
- Reconstrucción de aditivos es la práctica de darle una reforzada a ciertos aditivos en etapa de agotamiento. La reconstrucción de aditivos involucra la introducción de un aditivo concentrado a aceite que está circulando en un sistema. Sólo ciertos aditivos pueden reconstruirse con éxito, y la práctica es aplicada por lo común sólo en máquinas con grandes volúmenes de aceite (por ejemplo, en turbinas, compresores y sistemas hidráulicos). Además, sólo debe hacerse después de efectuar pruebas de laboratorio que confirmen que el lubricante: 1) No ha sufrido daño irreparable, 2) no existen contaminantes peligrosos que no puedan ser fácilmente removidos (glicol, por ejemplo), y 3) se haya determinado que el uso del aditivo suplementario no altera el desempeño de otras propiedades del lubricante.
- Cuando es inconveniente o riesgoso hacer un cambio de aceite, una opción es efectuar un drenado y relleno de aceite parcial. Para esto se debe drenar una porción del volumen de aceite (digamos la tercera parte), inmediatamente después se introduce la misma cantidad de aceite nuevo. El aceite drenado remueve algunos de los contaminantes, y el aceite nuevo diluye los contaminantes remanentes y proporciona una carga de aditivos frescos.
Optimice la frecuencia de cambio de lubricante
Una gran cantidad de lubricante se desperdicia cada año debido a cambios de aceite prematuros e innecesarios. De hecho, la expectativa de vida de un lubricante no puede predecirse con exactitud debido a numerosos factores que pueden inducir o resistir el envejecimiento. No existe experto en lubricación o programa de computadora que pueda pronosticar la necesidad de un cambio de aceite. Por lo tanto, los usuarios tienen que decidir si deben cambiar el aceite anticipándose a una condición esperada del fin de vida del aceite (una práctica riesgosa y poco económica) o analizar periódicamente el aceite para monitorear el avance de la degradación y la cercanía del fin de vida del aceite (una práctica mucho mejor). Analizar el aceite empleando análisis de aceite de rutina es con mucho una alternativa más práctica y confiable.
Disminución de fugas
Por supuesto, las fugas en realidad no disparan la necesidad de cambiar un aceite, pero ciertamente resulta ser un consumo de aceite innecesario por la repetida adición de aceite de relleno. Afortunadamente, el aceite sano, sin contaminación, puede tener un sorprendente impacto positivo en la reducción de las fugas de aceite. De igual forma, la fuga a menudo está asociada con un ingreso excesivo de contaminantes, lo cual, por supuesto, acorta la vida del aceite. Dicho todo, hay muchas oportunidades para reducir la frecuencia de cambio y los costos y riesgos asociados. Todas ellas involucran alguna forma de intervención, transformando antiguas prácticas en nuevas prácticas encaminadas a extender la vida del aceite. La lubricación de precisión implica seleccionar las acciones de intervención correctas para alcanzar sistemáticamente el objetivo pretendido al costo y riesgo más bajos posibles para la organización. En este caso, disminuya el consumo de aceite extendiendo los intervalos de cambio del mismo.
Noria Corporation. Traducido por Roberto Trujillo Corona, Noria Latín América.