Puede ser todo un desafío determinar cuándo lavar un sistema de lubricación de una turbina. Si no hay problemas aparentes con la lubricación de la turbina, a menudo se pospondrá un lavado del sistema. Pero los expertos en lubricación le dirán: el hecho de que no haya problemas aparentes no significa que no existan. De hecho, a menos que los esté analizando específicamente, muchos de los problemas que se pueden resolver por el lavado con aceite a alta velocidad pasan desapercibidos hasta que se produce una falla catastrófica.
Lavado de la turbina
Si bien algunos problemas deben identificarse a través del análisis de aceite, hay otras ocasiones en las que el lavado con aceite del sistema de lubricación se realiza como una cuestión de rutina o mejores prácticas, incluyendo:
- Antes de que se ponga en marcha una nueva máquina.
- Antes de reiniciar una máquina que ha estado fuera de funcionamiento durante un tiempo.
- Si un filtro colapsa o entra en derivación.
- Si hay una falla/reemplazo de algún componente.
- Cuando se cambia a un tipo diferente de aceite.
Como se mencionó, algunos resultados del análisis de aceite revelarán la necesidad de un lavado con aceite a alta velocidad. La oxidación y contaminación del aceite pueden causar muchos problemas que requieren remediación, lo que generalmente implica un cambio de aceite. Antes de agregar aceite nuevo, se debe realizar un lavado del sistema de lubricación para eliminar:
- Barniz
- Lodo
- Herrumbre
- Acumulación de residuos
- Otra contaminación por partículas
La necesidad de limpieza de las turbinas
El lavado con aceite de una turbina se realiza porque las cosas que contaminan y degradan el aceite se pueden quedar al interior de una máquina incluso después de drenar y cambiar el aceite en servicio. Estos contaminantes residuales contaminan el aceite nuevo, lo que acelera la degradación del lubricante y los componentes y disminuye la eficiencia de la máquina. La identificación temprana de posibles problemas es una de las herramientas que se pueden utilizar para pronosticar y evitar fallas catastróficas; un problema que es identificado debe abordarse lo antes posible.
Cuando se realiza un lavado con aceite de alta velocidad, su éxito debe medirse a través de pruebas. Las inspecciones de mallas y las pruebas de membrana son dos formas sencillas de garantizar que un lavado de aceite sea efectivo.
Las inspecciones de mallas implican el uso de rejillas deslizantes que se colocan entre dos bridas a través de las cuales fluye el aceite. Si hay contaminación por partículas, estas se acumularán en la malla, proporcionando una indicación visual de que el aceite todavía está sucio.
Las pruebas de membrana determinan rápidamente si hay partículas presentes o no en el aceite haciendo pasar una muestra de aceite (utilizando una bomba de vacío manual o eléctrica) a través de una membrana filtrante. La estructura de los poros de la membrana hace que retenga partículas por encima de un cierto tamaño (según el poro de la membrana), revelando la presencia de las partículas y permitiendo su inspección con un microscopio.
Haga el trabajo bien
Al considerar efectuar un lavado de una turbina, es importante planificar y hacer el trabajo correctamente. La naturaleza compleja de realizar un lavado con aceite de alta velocidad lo convierte en el trabajo más adecuado para profesionales experimentados. Hay muchas cosas que pueden salir mal, y lavarla incorrectamente puede provocar daños en los componentes y la presencia continua de contaminación por partículas. Para evitar un proceso de lavado fallido, considere encontrar y asociarse con un experto en lavado con aceite de alta velocidad.
Noria Corporation. Traducido por Roberto Trujillo Corona, Noria Latín América.