Cómo la termografía ayuda a detectar problemas en rodamientos

«¿Puede compartir alguna experiencia con relación al uso de imágenes termográficas para identificar problemas tribológicos, especialmente en rodamientos? ¿Existe algún estándar o referencia para comparar resultados (perfiles de temperatura) y obtener algunas conclusiones? A menudo, tengo diferentes tipos de perfiles, de los cuales se me hace difícil obtener algunas conclusiones.”

Como la mayoría de las tecnologías predictivas, el valor real de la termografía no viene de una medición instantánea, sino de la tendencia y el análisis posterior de los resultados. El calor es a menudo un síntoma de falla inminente o mal funcionamiento de una máquina. El uso de una cámara infrarroja del tipo sin-contacto, permite obtener rápidamente un perfil multi-puntos de temperatura que puede ser fácilmente evaluado. Esta inspección puede realizarse con una pequeña o ninguna interrupción de las operaciones de la planta y puede ser utilizada como una prueba de rutina como parte del programa de inspecciones semanales. La retroalimentación constante de estas inspecciones puede utilizarse para analizar cualquier cambio. Estos cambios son resultados “reales”.

Aunque no existe un estándar de referencia para los perfiles de temperatura de un componente específico de una máquina, existen algunas perspectivas. Las variables que alimentan estas perspectivas incluyen, aunque no están limitadas a, la velocidad, carga, contaminación, tamaño del rodamiento, tipo de aceite básico, etc. Existen tantas variables que pueden contribuir a la generación de calor que sería casi imposible considerarlas todas para generar tal perfil.

Piense que los datos de la termografía son como las piezas de un rompecabezas misterioso. Al principio, usted no conoce la forma del rompecabezas o incluso la imagen que representa. Solo e incompleto, este rompecabezas puede obligarlo a adivinar cuál es el problema o hacer difícil identificar la causa raíz. Con más piezas del rompecabezas, las cuales pueden ser obtenidas a través de otros métodos, como inspecciones sensoriales, análisis del lubricante, vibración, ultrasonido, etc., usted puede comenzar a ver cómo encajan estás piezas y qué imagen se está comenzado a formar. Los datos son los reyes y, mientras más tenga, mejores serán sus posibilidades de resolver el rompecabezas.

La experiencia en campo ha demostrado que, al combinar y relacionar apropiadamente estos resultados obtenidos con las diferentes inspecciones y herramientas, los profesionales del mantenimiento pueden crear una solución conjunta (sinergia). Este enfoque es mucho más completo que uno basado en una sola prueba o en varios métodos de inspección no integrados, ya que a menudo da como resultado un diagnóstico mucho más preciso.