El control de la contaminación es una parte importante de una estrategia de mantenimiento proactivo. El primer paso para mantener los lubricantes limpios, frescos y secos, es controlar los contaminantes existentes y medir su impacto potencial en la maquinaria y los lubricantes (modos de falla). Con esta información, será fácil tomar las medidas apropiadas para mantener los lubricantes en buenas condiciones.
Por lo general, los contaminantes más comunes en la industria son las partículas sólidas (de diferentes fuentes), agua, calor, aire y otros lubricantes (contaminación cruzada). En la Figura 1 se presenta un resumen de los contaminantes que frecuentemente se encuentran en los aceites y los efectos que pueden tener sobre la vida del lubricante y la confiabilidad de la maquinaria.
En el lubricante pueden estar presentes diversos contaminantes, dependiendo de las condiciones ambientales, los materiales específicos utilizados en el proceso de producción y las sustancias existentes o generadas internamente en el sistema de lubricación. Una vez que se ha creado una lista de contaminantes potenciales, será necesario determinar su origen, es decir, si proceden del medio ambiente, de actividades de mantenimiento o se generan internamente en la máquina. Este paso será útil al diseñar un plan para controlar las causas raíz de los contaminantes.
Por ejemplo, en una mina de hierro, se podría esperar encontrar mayores concentraciones de partículas sólidas con el contaminante típico reportado como hierro. En este caso, estos contaminantes probablemente no provienen solo de partículas de desgaste de la máquina, sino también del mineral procesado.
En la Figura 2, se identifican las posibles fuentes de contaminación por partículas sólidas. Se debe realizar un ejercicio similar si se detectan otros tipos de contaminantes en la maquinaria.
El siguiente paso debería ser establecer la importancia relativa de los contaminantes y sus fuentes. En última instancia, la mejor estrategia consiste en centrarse en las fuentes más relevantes, abordándolas según su importancia, para asegurar que el proyecto sea rentable.
En la Figura 3, se incluyeron las posibles fuentes de partículas y agua para maquinaria típica de una planta, incluyendo el porcentaje estimado de contaminación aportado por cada fuente. Es imprescindible juzgar bien las fuentes y conocer las máquinas, sus componentes, el funcionamiento y el medio ambiente para estimar estos valores.
Los porcentajes que se muestran representan la cantidad proporcional de contaminante generado o introducido en la máquina por cada fuente potencial. La información histórica del análisis de aceite será muy útil para este propósito. Los porcentajes también se pueden definir como la probabilidad de contaminarse por cada fuente. En el paso anterior, el enfoque estaba en la cantidad de contaminantes. Ahora se hace énfasis en la frecuencia de la contaminación. Tenga en cuenta que los porcentajes de cada contaminante deben ser del 100 por ciento en cada máquina.
Se necesitará un análisis más profundo para abordar componentes específicos, las ubicaciones o los momentos en que los contaminantes ingresan (o se generan) en la máquina. La figura 4 ilustra un análisis realizado sobre los contaminantes metálicos que se introdujeron en una máquina como resultado de las partículas de servicio, que fue la primera fuente contribuyente en la Figura 3. Para completar este ejercicio, se recomienda el análisis de las otras posibles fuentes.
Se debe realizar una investigación minuciosa para clasificar los metales que pueden estar presentes en el aceite, como son las partículas de desgaste (hierro, cobre, etc.), contaminantes (silicio, sodio, etc.) y aditivos (zinc, fósforo, etc.). Debe investigarse La metalurgia de los componentes de la máquina para desarrollar una lista de las fuentes de los metales e identificar los componentes con potencial desgaste anormal.
Una vez que se han identificado los contaminantes y sus fuentes, el siguiente paso es tomar medidas para corregir las causas, proporcionar el entrenamiento adecuado, modificar los procedimientos necesarios y vigilar de cerca las máquinas mediante análisis de aceite e inspecciones a la maquinaria.
Este enfoque ofrece una manera práctica de establecer las prioridades para su programa de control de contaminación. Por supuesto, el éxito dependerá de la información disponible de análisis de aceite, así como del conocimiento de los procedimientos de mantenimiento y los contaminantes ambientales o de proceso. Por último, asegúrese de revisar periódicamente sus métodos para mejorar la precisión y continuar progresando en el control efectivo de los contaminantes.
Noria Corporation. Traducido por Roberto Trujillo Corona, Noria Latín América.