Holcim Apasco Orizaba es una planta con más de 40 años de antigüedad y cuenta con dos líneas de producción, capaz de producir 1.8 Tons de cemento anuales, Para ello, utiliza más de 6000 equipos rotativos, que van desde un simple rodamiento hasta reductores planetarios de reciente tecnología. Con tantos puntos de lubricación, es relativamente fácil que el personal operativo se equivoque a la hora de lubricar un equipo; por eso es importante implementar acciones sencillas que puedan ahorrar tiempo y evitar equivocaciones que pongan en riesgo al equipo.
El equipo de lubricación de planta Orizaba se compone de 5 personas y un supervisor y tienen a su cargo actividades de lubricación e inspecciones a equipo en movimiento. Durante los últimos 2 años se han enfocado en mejorar las prácticas de lubricación para alcanzar un nivel de clase mundial y se han logrado excelentes resultados en cuanto a las prácticas y al nivel de gestión de la lubricación. Un concepto clave es asegurar que el equipo tiene el lubricante correcto, en la cantidad correcta. La placa de identificación del equipo muchas veces hace referencia a estos datos, pero cuando por alguna razón no la tiene, o simplemente no es visible, entra en riesgo potencial la confiabilidad de este. Las consecuencias de una equivocación pueden ser mínimas, como disminuir un poco la viscosidad, o mezclar grasas de diferentes bases, pero compatibles a final de cuentas; aunque esto implicaría corregirlo. Sin embargo, algunos de los riesgos más grandes son mezclar grasas incompatibles, aceites de diferentes clases y/o aplicar una cantidad incorrecta de lubricante. Por ello, es importante mantener la información disponible, al alcance de todos, para asegurar que en todo momento se aplique el lubricante correcto, en la cantidad correcta, y con la frecuencia apropiada, sin necesidad de despertar en la madrugada al especialista para que diga qué lubricante aplicar.
La carta de lubricación es un documento básico y muy conocido hoy en día por todos los especialistas en lubricación (ver fig. 1). Hacerla no es cosa fácil, pero es indispensable si está decidido a aplicar las mejores prácticas de lubricación. A pesar de que es muy popular, mucha gente no sabe cuáles son los objetivos específicos de esta y no saben cómo elaborarla. En este artículo se mostrará qué debe incluir esta carta y cómo debe utilizarse.
Fig. 1 Ejemplo de una carta de lubricación
Estandarización de lubricantes
Un objetivo primordial de la carta de lubricación es hacer una relación de los lubricantes que se utilizan en cada uno de los componentes de sus equipos y elaborar un concentrado de los diferentes lubricantes empleados en la planta en general (ver fig. 2). Es típico en una organización que, a lo largo del tiempo, conforme cambian los supervisores, cada uno seleccione lubricantes a su gusto. Al paso de algunos años, se tiene una muy amplia gama de lubricantes, de diferentes familias y proveedores. En ocasiones puede encontrar grasas especiales en aplicaciones convencionales; es decir, puede estar lubricando un rodamiento de poca exigencia con una grasa de alto desempeño (y alto costo), destinada para aplicaciones especiales, lo que implica un importante desperdicio de recursos. La carta de lubricación es la herramienta perfecta para hacer la correcta selección y consolidación de los lubricantes de acuerdo con las diferentes aplicaciones que se tengan. Es importante, en la medida de lo posible, reducir al mínimo las familias de aceites y grasas para evitar tener un mundo de lubricantes en el almacén, lo cual genera costo, aumenta el riesgo de error, ocupa más espacio e incrementa el tiempo de almacenamiento.
Fig. 2 Familias de lubricantes
Determinar cantidad de engrase
Uno de los problemas típicos de la industria es la lubricación en exceso, a pesar de que el cálculo de la cantidad de grasa a aplicar es muy fácil y por lo tanto no debería haber ningún problema. Al aplicar la cantidad correcta de grasa en un rodamiento evita problemas de sobrecalentamiento y daño prematuro en rodamientos. Es necesario que conozca el número del rodamiento a lubricar; si no está disponible este dato, determine el diámetro y ancho aproximado del mismo. Con esta información puede calcular la cantidad de grasa a aplicar sin ningún problema empleando una fórmula, consultando la información del fabricante o mediante un software de cálculo.
Determinar la capacidad instalada en planta
La capacidad instalada en planta es el volumen total de lubricante en uso en todos los equipos en operación. Uno de los usos de este cálculo es la creación de uno de los principales indicadores de la lubricación: la tasa de consumo de aceite. Este valor nos ayuda a conocer qué tan bien controlamos nuestros consumos de aceite, de acuerdo con la capacidad instalada. El benchmarking está entre 0.5 a 0.85; un resultado por arriba de este rango nos indica un problema de consumo, que puede provenir de fugas o cambios de aceite no programados. El valor agregado está en la identificación de las causas raíz y su eliminación; no es una tarea fácil, pero se tiene que hacer.
Establecimiento de máximos y mínimo
Al momento de establecer los máximos y mínimos de inventario, ¿lo hace de forma fundamentada, o solo con base en la experiencia (estimación)? Una vez que cuenta con todos los datos en la carta de lubricación, puede efectuar un conteo de los tipos de aceites y grasas que tiene y emplear la capacidad instalada de planta como un criterio para el establecimiento de la cantidad máxima y mínima que debe mantener en almacén. Este criterio puede ser complementado con el histórico de consumos, considerando además la criticidad de los equipos a los cuales se les aplica el producto. Es muy importante definir estas cantidades con la máxima precisión posible para evitar quedarse sin lubricante en forma imprevista, provocando una situación de emergencia.
Identificación del lubricante y cantidad en cada equipo
Otro objetivo primordial de la carta de lubricación es que sirva como un documento informativo y de consulta para todos. Por eso, es importante que la información se valide y actualice conforme existan cambios. La carta de lubricación tiene que existir en dos formas: en formato electrónico (en la red o en la intranet de su compañía) disponible para su consulta, y en forma impresa, tanto en el taller de lubricación como en las áreas de la planta para su consulta. Puede colocar la carta de lubricación en carpetas plásticas (ver fig. 3) en áreas de fácil acceso o crear una carta gráfica (ver fig. 4), que es un cartelón o póster con un esquema del equipo indicando gráficamente los lubricantes y cantidades para cada componente; esta es una buena práctica y es muy eficaz para consulta rápida.
Fig. 3 Carta de lubricación impresa
Fig. 4 Carta gráfica de lubricación
La carta de lubricación es el punto de partida para comenzar a aplicar las buenas prácticas de lubricación; es la información más valiosa con la que puede contar y es muy importante mantenerla actualizada. Puede complementar los datos de la carta de lubricación con los datos los equipos incluidos en su programa de análisis de aceite y establecer las frecuencias de muestreo de acuerdo con el tipo de equipo y a su criticidad.
Un importante beneficio es que, al construirla, se involucra a la gente en un proyecto global, utilizando la información que ellos mismos recolectan, integrándolos a la nueva cultura de lubricación y ayudando a vencer la resistencia al cambio. Al final de cuentas, es un proceso de aprendizaje para todos que bien vale la pena experimentar.
A alcanzar el éxito en su camino hacia la excelencia en lubricación.
Noria Corporation. Traducido por Roberto Trujillo Corona, Noria Latín América.