Cuando se dispone de un área limitada de almacenamiento bajo techo en las plantas, es práctica común tener un área de almacenamiento a la intemperie para los tambores nuevos de aceite. Esta práctica tiene un riesgo muy alto para que ingrese agua en el aceite nuevo si los tambores no son almacenados correctamente. Esto es especialmente cierto durante los meses de verano, cuando la temperatura en los tambores puede llegar por encima de los 65 °C.
Cuando llueve, el agua queda atrapada en la tapa de los tambores y eventualmente cubriendo los tapones.
A medida que el tambor se calienta (mediante la luz solar y la temperatura ambiente) y se enfría (cuando vuelve a llover o durante la noche), literalmente “respira”. Esto es, se presenta un intercambio entre el aire contenido en el espacio superior del tambor y el de la atmósfera y vice-versa. Durante el proceso de “inhalación” el agua que está en la tapa de los tambores y que cubre los tapones es succionada a través de ellos e introducida en el aceite. Esto puede ocurrir hasta en tambores que nunca han sido abiertos.
Una vez que el agua se encuentra en el aceite, comienza a precipitarse hacia el fondo del tambor elevando el nivel de aceite. A medida en que este proceso continúa, más y más agua se acumula en el fondo del tambor, deformándolo y haciendo que el aceite salga a través de los tapones.
Este problema puede ser controlado con algunas acciones y recomendaciones de bajo costo. Cuando es inevitable almacenar tambores a la intemperie, estos deben ser colocados horizontalmente y cubiertos. Hay en el mercado una gran cantidad de tarimas de contención que hacen posible este tipo de almacenamiento.
Si lo anterior no se puede realizar, coloque un bloque o ladrillo debajo de uno de los lados del tambor. Cuando lo haga, asegúrese que los tapones se encuentran en la posición de las 3 y 9 según las manecillas del reloj (paralelas al piso). Esto hace que la mayor parte del agua escurra de la tapa del tambor y no se introduzca durante el proceso mencionado anteriormente. También puede adquirir cubiertas para tambores que ayudan a mantener alejada el agua de las inmediaciones de los tapones.
Otra posible solución es considerar el uso de contenedores modulares, diseñados para el almacenamiento a la intemperie. Existen varios tipos disponibles y que pueden ser usados para proteger sus lubricantes.
Tenga en cuenta que cuando los contenedores se almacenan a la intemperie, el método de PEPS (Primeras Entradas, Primeras Salidas) debe ser rigurosamente ejecutado. También, asegúrese de almacenar la menor cantidad posible. Esto disminuye el riesgo de contaminación y degradación de los productos.
Aunque a menudo se pasa por alto, la forma en que almacena sus tambores tiene un gran impacto en la vida del lubricante mucho antes de que este sea puesto en uso. Recuerde, cuando se trate de la máxima vida en servicio y la efectividad de un lubricante, usted siempre querrá mantenerlo limpio, seco y fresco.
Noria Corporation. Traducido por Roberto Trujillo Corona, Noria Latín América.