Cómo decidir si se debe emplear lubricación manual o automática

Ago. 11, 2014

Autor: Comunicación Noria

Última actualización: 04/01/24

La lubricación es una parte esencial del mantenimiento de la maquinaria para casi toda planta productiva. En promedio, el monto de las compras es de apenas 3 por ciento del presupuesto de mantenimiento, pero las actividades relacionadas con lubricación pueden influir en un estimado del 40 por ciento del costo total del mantenimiento.

A fin de alcanzar una óptima confiabilidad y los máximos beneficios de un programa de lubricación, se necesita tomar en cuenta varios factores. Estos factores se resumen en las conocidas cinco “C” de la lubricación:

  • El lubricante correcto
  • En la cantidad correcta
  • En el momento correcto
  • En el punto correcto
  • Con el método correcto

El punto de partida para un efectivo programa de lubricación es efectuar un inventario de todos los puntos a lubricar, incluyendo sus condiciones de operación, requerimientos de lubricación y criticidad. Esta información es necesaria para seleccionar los lubricantes más adecuados y la cantidad requerida, así como para calcular los intervalos adecuados para la re-lubricación. Estas son las primeras tres “C”.

La cuarta “C” se refiere a las mejores prácticas, como la identificación y codificación por colores (u otra metodología) tanto de los puntos de lubricación como de las herramientas, a fin de evitar contaminación cruzada.

Costos de mantenimiento influenciados por las actividades relacionadas con lubricación

Además de los costos de los lubricantes, la mitad de los componentes requieren lubricación. Las horas extras son el resultado de fallas de la maquinaria causadas por lo regular por una inadecuada lubricación. Además, aproximadamente el 5 por ciento de los costos de la mano de obra pueden ser atribuidos a actividades de lubricación.

La quinta “C” puede definirse una vez que se han analizado las condiciones de operación, la criticidad del activo y la estrategia de mantenimiento. Esto le ayudará a tomar la decisión sobre si automatizar o no cada punto de lubricación. A fin de tomar esa decisión, deben tomarse en consideración y entenderse los pros y contras de la lubricación automática.

Una vez que se definan las cinco “C2, puede determinar la mejor manera de lubricar un componente con los recursos disponibles.

Análisis de criticidad

Un profundo análisis de cada activo ilustrará el impacto de la falla en los siguientes términos:

  • Costo total de producción
  • Costo total de mantenimiento
  • Impacto ambiental
  • Salud y seguridad del personal

Los activos más críticos comúnmente son los primeros candidatos para lubricación automática.

Estrategia de mantenimiento

El nivel de madurez del programa de mantenimiento (correctivo, preventivo, predictivo, etc.) dictaminará el nivel de conocimiento y habilidades requeridas del personal involucrado en las actividades relacionadas con lubricación.

Conforme incrementa la madurez del mantenimiento y de los programas de lubricación, así también se incrementa la complejidad de las tareas que los técnicos de lubricación deben ser capaces de llevar a cabo. Entre esas actividades están:

  • Análisis de lubricante
  • Ajuste continuo de las rutas de lubricación (intervalos de lubricación y consolidación de lubricantes)
  • Control de contaminación y reacondicionamiento de los fluidos
  • Rutas de inspección

Por lo tanto, en la medida en que se adopten programas de mantenimiento más maduros, deben considerarse cuidadosamente las áreas en donde los técnicos especializados pueden añadir valor a sus operaciones. Por ejemplo, ¿cree que están bien aprovechados efectuando tareas de re-lubricación manual, las cuales pueden automatizarse fácilmente, o deberían emplearse sus habilidades y conocimientos para desempeñar tareas más analíticas, efectuar análisis de lubricantes y hacer mejoras el programa de lubricación?

Beneficios de la lubricación automática

Hay muchas ventajas por utilizar sistemas de lubricación automática. Entre ellas están la reducción del desperdicio, menor riesgo de falla de rodamientos, mayor limpieza, y más seguridad y salud ambiental.

Reducción del desperdicio y menor riesgo de falla de rodamientos

La cantidad de lubricante durante la re-lubricación se determina por el espacio físico disponible en el rodamiento, mientras que los intervalos de re-lubricación se determinan por las condiciones de operación que definen la tasa de degradación del lubricante (velocidad, carga, temperatura, tipo de rodamiento, etc.).

Un sistema automático de lubricación de un solo punto puede entregar la cantidad correcta de grasa en el momento correcto a cada punto de lubricación. Reduce tanto el desperdicio de grasa como el riesgo de falla del rodamiento.

Por ejemplo, considere que un rodamiento necesita ser re-lubricado con 2 gramos de grasa cada semana. Con una pistola de engrasar estándar, esto significaría que el rodamiento debe recibir aproximadamente 1.3 “bombazos”. Sin embargo, aplicar manualmente 0.3 bombazos es muy difícil. En realidad, es probable que se apliquen dos bombazos. En otras palabras, el rodamiento recibirá 3 gramos en lugar de 2 gramos de lubricante cada vez.

Riesgos de falla asociados con la lubricación manual

Si suponemos que el técnico está satisfecho con dos bombazos (si él no ve salir grasa por los sellos), entonces después de un año el rodamiento recibirá 156 gramos (52 semanas, 3 gramos cada semana) en lugar de 104 gramos (52 semanas, 2 gramos por semana). Esto significa que se desperdiciarán hasta 52 gramos de grasa (50 por ciento).

Este ejemplo muestra los beneficios de aplicar exactamente la cantidad correcta de lubricante (la segunda “C”), ¿pero qué pasa con la frecuencia de re-lubricación (la tercera “C”)?

Extender los intervalos de re-lubricación más allá de los límites calculados expondrá al lubricante a una degradación excesiva y al rodamiento a condiciones de escasez de lubricante. Por el contrario, recortar los intervalos de re-lubricación con cantidades ajustadas, renovará las propiedades del lubricante.

Para ilustrar este punto, considere que en promedio una persona requiere consumir cerca de 2,000 calorías por día. ¿Consumiría usted su ración total de una semana de 14,000 calorías en un solo día, o la repartiría en cantidades iguales por los siete días?

Limpieza

Un lubricador automático puede abastecer un flujo exacto y continuo de lubricante limpio y fresco

La contaminación del lubricante también afectará la vida del rodamiento e incrementará el riesgo de falla. En programas de lubricación automática, es todo un reto evitar la contaminación de la grasa. El proceso debe ser limpio para asegurar que no ingrese contaminación externa a la grasa, y cada punto de lubricación debe tener un tapón contra polvo en su grasera. Además, debe seguirse cada vez el procedimiento más limpio de lubricación para cada punto.

En el ejemplo anterior, el técnico re-lubricará cada punto 52 veces al año. Esto expone al rodamiento 52 veces al riesgo de ingreso de contaminación externa, así como a un exceso o escasez de lubricación. Por el contrario, un lubricador automático de un solo punto puede abastecer un flujo continuo de lubricante limpio y fresco, manteniendo la operación en condiciones apropiadas a la vez que se evita el ingreso de contaminación.

Ahorros en mano de obra

La simple tarea de accionar la palanca de una pistola de engrase para proveer lubricación manual, puede ser sustituida fácilmente por una máquina. Sin embargo, el problema real es si está sacando el mayor provecho a la experticia de sus técnicos de mantenimiento. Dicho personal puede administrar un programa de lubricación por medio de:

  • Mejora continua de rutas de lubricación
  • Implementación de un programa de análisis de lubricante
  • Implementación de un programa de control de contaminación y reacondicionamiento de aceite
  • Implementación de un programa de control de fugas

No olvide que aunque la implementación de un sistema de lubricación automática puede liberar personal que realiza esas tareas básicas que consumen gran cantidad de tiempo para obtener un valor adicional, no puede sustituir al personal que genera valor a este nivel.

Salud y seguridad ambiental

Las actividades de lubricación efectuadas de manera incorrecta pueden tener un importante impacto en el ambiente. Considere una vez más los cálculos del desperdicio de grasa del ejemplo anterior. Ahora trate de estimar el impacto ambiental de este desperdicio. Naturalmente, depende de las prácticas de disposición que implemente en su planta, pero en términos simples, menos desperdicio es mejor.

Ahora, considere los puntos que son difíciles de alcanzar o incluso es peligroso acceder a ellos, y el impacto potencial hacia su personal. Esta es otra área en donde los sistemas de lubricación automática ofrecen grandes beneficios.

Problemas comunes

El solo hecho de utilizar lubricación automática no garantiza el éxito. La tecnología debe considerarse como un instrumento para alcanzar la meta. Las decisiones básicas y las actividades deben ser desarrolladas. Los siguientes son errores típicos que ponen en riesgo los beneficios potenciales de la lubricación automática.

Falta de inspecciones

Tener un dispositivo de lubricación automática no significa que el sistema no requerirá alguna inspección. La inspección regular ayudará a asegurar los mejores resultados de un sistema automático. La inspección también ayuda a identificar problemas de instalación (dispositivos dañados, tuberías bloqueadas o con fugas, lubricadores que no dispensan lubricante en el sitio correcto, etc.) y saber cuándo es el momento de cambiar o rellenar los lubricadores.

Por otra parte, las rutas de lubricación deben actualizarse y las tareas de lubricación manual deben sustituirse con tareas de inspección con una frecuencia adecuada. La frecuencia de inspección es menor que la requerida para re-lubricar manualmente, pero también debe planearse.

Selección de lubricante inadecuado

Es fundamental en cualquier programa de lubricación que la selección del lubricante debe hacerse antes de seleccionar el sistema de lubricación. Después de todo, el lubricante que entra a la aplicación es el que lubrica, no el sistema por sí mismo.

El lubricante y el dispositivo de lubricación automática deben complementarse entre sí para asegurar un mejor desempeño global. No hace falta decir que no todos los lubricantes son apropiados para trabajar en sistemas de lubricación automática y el impacto de un sistema de lubricación en la estructura del lubricante depende de la tecnología de dicho sistema.

En consecuencia, al seleccionar un sistema de lubricación automática deben tomarse en cuenta parámetros como bombeabilidad y separación de aceite antes de instalarlo. Posteriormente, deben definirse los intervalos de re-lubricación, de manera de evitar que el lubricante se mantenga estático dentro de las líneas de lubricación, especialmente cuando están expuestos a temperaturas extremas que podrían promover su degradación. El no entender estos problemas y no actuar a tiempo puede afectar el desempeño y los beneficios de la implementación de sistemas automáticos de lubricación.

Costo de la inversión

Por supuesto, la implementación de un sistema automático de lubricación requiere un cierto nivel de inversión. Para maximizar el retorno de esa inversión, la clave está en elegir la solución más adecuada con base en los requerimientos y la criticidad de la aplicación. Las soluciones típicas van desde los económicos lubricadores automáticos de un solo punto hasta complejos sistemas centralizados, con diferentes opciones para el monitoreo en línea. Determinar qué opción es la mejor para su aplicación depende en gran medida de su análisis de criticidad.

Cuándo usar lubricación automática

La lubricación automática por sí sola no es la solución a todos sus problemas de lubricación. Se debe entender adecuadamente para incrementar sus beneficios potenciales. Sin embargo, en el mercado hay soluciones disponibles para prácticamente todas las aplicaciones, por lo que es difícil de imaginar que una aplicación crítica no merece contar con un dispositivo de lubricación automática.

Noria Corporation. Traducido por Roberto Trujillo Corona, Noria Latín América.

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