La mayoría de los profesionales en la industria conocen la importancia de los sistemas de lubricación para mantener funcionando la maquinaria. Esos sistemas son esenciales para la operación segura de una planta industrial, una plataforma petrolera, o algún otro proyecto de gran tamaño. Sin estos, la maquinaria no podrá funcionar apropiadamente, ni permitirá a los trabajadores efectuar exitosamente sus labores.
En una escala más amplia, los compradores de esos sistemas necesitan profundizar la forma en que calculan el valor de los equipos, que es a la vez un número cuantitativo y una propiedad cualitativa asociada con esos artículos. La última tiene que ver con todo, desde la moral de los trabajadores y la eficiencia mecánica hasta la integridad y la reputación de la marca dentro del mercado.
Para asegurar la fortaleza de sus activos y garantizar que esos intangibles, indudablemente influyentes, sigan siendo factores positivos, debe haber una inversión en entrenamiento. Sin la correcta enseñanza y careciendo de los instructores adecuados, puede verse en situaciones desesperadas, como las que pueden presentarse en las lejanas llanuras de un campo petrolero en Texas o en una planta manufacturera en Chima, en donde nadie conoce cómo reparar o revisar el desempeño de las bombas y sistemas de lubricación.
Los compradores y usuarios de maquinaria deben disfrutar del valor a largo plazo de sus bombas, válvulas y sistemas de lubricación. No deben temer por un paro de producción y un colapso en la productividad individual. La única forma de eliminar este temor, es con educación y entrenamiento.
Este tema de la inversión tiene dos significados relacionados con el liderazgo y el respeto. Por un lado, existe el concepto de ser un líder efectivo que toma decisiones con base en la salud sostenida y la longevidad de la empresa, en donde cada acción es parte de un plan global que es flexible pero no infinitamente elástico, en donde hay lugar para adaptarse a cambios de eventos y expectativas del cliente, sin sucumbir y ser indulgente a las tentaciones de la moda.
Comprar ciertos sistemas de lubricación también asegura la credibilidad de la compañía. Prueba el compromiso de la organización para comprar el equipo correcto, por las razones correctas, en el tiempo correcto. Confirma, a corto plazo, que este equipo no es un artículo para ser desechado o abandonado, como un balde de grasa o aceite.
Para los trabajadores, el mismo equipo significa determinación y respeto – que una compañía sea fiel a los empleados sobre quienes recae la responsabilidad de aprender cómo operar y descifrar los detalles de esta maquinaria, es indispensable. Esto por sí solo es una excelente forma de ganarse la buena voluntad de los técnicos, instructores y estudiantes en la industria.
En efecto, el principio fundamental no es tanto acerca de la formación, a pesar de que es una tarea fundamental, sino que más bien es una cuestión de confianza. En otras palabras, si una empresa hace una fuerte inversión y se ha tomado el tiempo para revisar y comparar diferentes sistemas, sería tonto, si no autodestructivo, negarles a sus trabajadores la oportunidad de usar estas bombas, válvulas y sistemas de lubricación de la manera correcta.
El entrenamiento es la regla de un liderazgo inteligente, no la excepción. Crea una cultura de seguridad e innovación, en donde los trabajadores saben que cuentan con el reconocimiento de sus empleadores y la confianza de sus colegas en la planta. El entrenamiento lo es todo.
Noria Corporation. Traducido por Roberto Trujillo Corona, Noria Latín América.