Chris Knight es uno de mis artistas musicales favoritos. Es originario de Kentucky, cantante/compositor de música folclórica americana, que escribe canciones reales acerca de gente real. Una de sus canciones está titulada “Un tren que no funciona”; esta composición se encuentra en su álbum denominado “El tipo celoso.” Esto es lo que Chris dice en el primer verso de la canción:
“El sonido del tren que no funciona me ha quitado el sueño. La mina Westmoreland no ha producido tanto carbón como lo hizo en el 88. Me contraté en el aserradero, pero tengo que encontrar una mejor opción antes de que el sonido del tren que no funciona me aleje de aquí”.
El coro dice:
“Y cada vez que tú me miras, Mary, quiero decirte que algún día dejaremos el sonido del tren que no funciona miles de millas atrás”
Chris Knight ha plasmado en esta canción cómo el cierre de una planta afecta a la gente al nivel humano – la desesperación, la vergüenza de no poder mantener a su familia en la forma en que le gustaría. El intenta, en esta canción, plantear el impacto económico y el costo que representa esto para la gente y sus familias. Es un mensaje poderoso encapsulado en una corta pero conmovedora canción escrita por un compositor talentoso.
El Impacto del Cierre de una Planta
El cierre de una planta puede afectar dramáticamente a la comunidad. En muchas ocasiones, la planta es el eje primario en la economía de la comunidad. En una comunidad pequeña, el cierre de una planta puede convertirla en un pueblo fantasma. En esos casos, los valores de las propiedades caen precipitadamente – a veces de la noche a la mañana. Esto le cuesta a cada familia decenas o incluso cientos de miles de dólares perdidos en el patrimonio neto. Incluso en una gran ciudad como Detroit, la media del valor de la propiedad se redujo en más del 37 por ciento entre abril de 2006 y abril del 2010 – este dato se incrementa si ajustamos las cifras por la inflación (Vea el gráfico). Más contundente aún, el valor de los precios de la vivienda en el percentil 25 – “la casa del trabajador promedio” – se redujo en más del 53 por ciento en el mismo periodo, pasando de casi $118,000 dólares a sólo $ 55,000 desde 2006.
Las consecuencias negativas no terminan allí. Las familias son forzadas a liquidar sus inversiones y planes de pensiones para completar su gasto mensual. Las consecuencias personales son todavía más altas. Las familias se ven obligadas a soportar la coacción y con frecuencia tienen que alejarse de su familia y amigos para buscar trabajo en otro lugar. Por otra parte, la desesperación asociada con las dificultades económicas, lamentablemente puede llevar al abuso en el consumo de sustancias tóxicas, violencia doméstica, el divorcio e incluso el suicidio.
La Crisis como Motivador
Sabemos que los motivos de cierre de una planta son muy diversos; la mayoría de ellos son externos e incontrolables. Por ejemplo, muchas plantas están ubicadas cerca de la fuente de materias primas. Cuando las materias primas se agotan, desaparece la necesidad de que exista la planta. La reciente recesión económica es ampliamente atribuible a la quiebra macroeconómica de nuestro mercado capital.
Desafortunadamente, sin embargo, en muchos casos, “el sonido del tren que no funciona” ocurre debido a que hemos fallado en el manejo efectivo del negocio. Existe una gran cantidad de buenos ejemplos de regresos heroicos de 11 horas – como Dofasco Steel y la planta de Quaker Oats’ en Danville, Illinois. Pero frecuentemente, esperamos demasiado. Quaker Oats evitó el cierre de su planta por medio del trabajo en equipo y centrando sus esfuerzos en la creación de valor. ¡Se redujeron los costos por caja en un 37 por ciento! La oportunidad había estado allí todo el tiempo, pero el riesgo de escuchar “el sonido del tren que no funciona” los motivó a actuar.
¿Por qué la crisis es frecuentemente un ingrediente necesario para el éxito? Los investigadores Daniel Khaneman y Amos Tversky comentan que los seres humanos tienden a ser muy reacios al riesgo cuando las cosas van bien. Sólo tendemos a tomar riesgos cuando estamos contra la pared. Yo creo que ellos se refieren a la complacencia, la esencia del porqué Jim Collins en su libro “de la Bueno a lo Grandioso” dice que “bueno es el enemigo de lo grandioso.”
Un Desafío Basado en Confiabilidad
Aquellos que nos especializamos en la gestión de confiabilidad tenemos las habilidades necesarias para permitir a una empresa manufacturera ser grandiosa. No podemos controlar los factores externos, pero podemos impactar significativamente la capacidad de la planta maximizando las utilidades cuando las cosas están bien y adelgazando y ajustando los costos para sobrevivir en los tiempos difíciles. Nuestro principal indicador del éxito es la Efectividad Global del Negocio (OBE, por las siglas en inglés de Overall Business Effectiveness) y la Efectividad General del Equipo (OEEE, por las siglas en inglés de Overall Equipment Effectiveness). OBE/OEE es un indicador de nuestra efectividad en la fabricación comparada con la perfección. Si OBE/OEE aumenta, el Rendimiento de los Activos Netos (RONA) aumenta, y por lo tanto “el mundo es bueno.
Lo reto a que haga un análisis denominado “qué pasaría si”. Observe su estado de resultados asumiendo su actual OBE/OEE. Luego, reformule su estado de resultados después de preguntarse: “¿Qué pasaría si fuéramos lo mejor posible en términos de disponibilidad, rendimiento y calidad?” He hecho esto con algunos de mis clientes; el resultado en términos de incremento de RONA y precio de acciones es a menudo alucinante. En muchos casos, se crea un “objetivo audaz y exorbitante” que nos deje insatisfechos con lo bueno y empecemos a perseguir lo grandioso.
Implemente acciones para mejorar su OBE/OEE poniendo en práctica estrategias comprobadas de gestión de confiabilidad. Si lo hace, posiblemente ayude a descarrilar “el sonido del tren que no funciona”.
Noria Corporatión. Traducido por Roberto Trujillo Corona, Noria Latín América.