El proceso de lubricación debe estar basado en la ingeniería de principio a n. El primer paso es definir qué lubricante utilizar, considerando las recomendaciones del fabricante de la maquinaria, las condiciones operativas (carga, presión, rango de temperatura ambiente y de operación, criticidad de la máquina, etc.) y los avances de la tecnología de la lubricación.
De acuerdo con un estudio efectuado por la Asociación Alemana de la Industria del Acero, hasta el 43 por ciento de las fallas de la maquinaria puede atribuirse a la selección y uso de lubricantes incorrectos, por lo que debe asegurar que en cada máquina se aplique el lubricante correcto.
La decisión de qué lubricante utilizar no puede tomarse comparando mediante tablas de equivalencias de los productos entre diferentes proveedores; este enfoque es demasiado simplista, al no considerar realmente las propiedades físicas, químicas y de desempeño de los lubricantes para cada aplicación.
En una planta que está por arrancar, con maquinaria nueva y bajo garantía, es de vital importancia el seleccionar los lubricantes óptimos para cada componente. El proceso de selección del lubricante debe ser dirigido por un profesional con amplia experiencia y conocimientos de la maquinaria y las nuevas tecnologías de lubricación para elegir el lubricante óptimo para la maquinaria, asegurando que se cumplan los requerimientos de desempeño de acuerdo con las condiciones operativas de la maquinaria y su criticidad, que aseguren que no se pondrá en riesgo a los componentes y permitan incrementar la confiabilidad y productividad de los activos de la planta.
La recomendación del fabricante de la maquinaria en ocasiones es muy vaga o imprecisa, o deja de lado las condiciones reales de trabajo (contexto operacional de la máquina), o sugiere el uso de productos de pobre desempeño si se compara con las necesidades reales de la maquinaria en las condiciones en que va a desempeñarse realmente. Son muchas las ocasiones en las que los usuarios se mantienen empleando lubricantes que fueron diseñados y recomendados hace más de 20 años, negándose a recibir los beneficios que proporcionan los lubricantes de nuevas tecnologías, las cuales proporcionan un mejor desempeño, sin olvidar otras ventajas como puedan ser el ahorro de energía, la ampliación de la vida de la maquinaria, requerimientos de biodegradabilidad y posibles beneficios hacia el medio ambiente.
La tendencia actual de la industria de la lubricación se encamina al uso de bases minerales mejor re nadas (hidroprocesados e hidrofraccionados) y lubricantes sintéticos, buscando extender el periodo de cambio de los lubricantes (ampliar la vida en servicio del lubricante). En ocasiones la información que se da al usuario es poco clara y difícil de entender; los proveedores de lubricantes pueden llegar a confundir al usuario con promesas de vida del lubricante por arriba de lo normal en su afán por vender sus lubricantes; muchos de ellos no han efectuado las pruebas o simplemente transfieren pruebas efectuadas en otros lubricantes como equivalentes a los suyos.
Importancia de la identificación de los lubricantes. El Sistema de Identificación de Lubricantes (LIS) utiliza la fortaleza de las ayudas visuales empleando formas, códigos y colores para identi car al lubricante, proporcionando una forma de diferenciar productos que pueden tener características similares y viscosidad idéntica, pero diferentes propiedades de desempeño. El sistema LIS y el código alfanumérico pueden emplearse para identificar:
- Lubricantes almacenados
- Áreas designadas para el almacenamiento
- Contenedores intermedios de almacenamiento dedicados
- Contenedores de relleno dedicados
- Carros de filtración dedicados
- Puertos de llenado en la maquinaria
- Mangueras dedicadas
- Puntos de lubricación en la maquinaria
- Pistolas de engrase
- Sistemas centralizados de lubricación
El sistema LIS también puede utilizarse como el método de codificación al escribir especificaciones técnicas de lubricantes y órdenes de compra, cartas de lubricación, órdenes de trabajo, procedimientos, etc. Una vez que el sistema se implementa, la gente se familiariza con la lógica empleada para estructurar los códigos alfanuméricos, formas y colores, reconociendo las características de desempeño de los lubricantes, haciéndolo mejor que nunca antes.
El código alfanumérico emplea cuatro secciones de clasificación (bloques) para lubricantes líquidos (aceites) y seis secciones para lubricantes semisólidos (grasas), separados entre sí por un guion.
Las cuatro secciones para lubricantes líquidos (aceites) son:
- Símbolo de clasificación del lubricante de acuerdo con ISO 6743 • Grado de viscosidad ISO o SAE
- Tipo de aceite base
- Clasificación del aceite base
Las seis secciones para lubricantes semisólidos (grasas) son:
- Tipo de espesante
- Símbolo de clasificación del lubricante de acuerdo con ISO 6743
- Número del grado de consistencia NLGI de la grasa
- Grado de viscosidad ISO del aceite base
- Tipo de aceite base
- Clasificación del aceite base
Se utilizan dos formas para identificar fácilmente los lubricantes líquidos (aceites), y lubricantes semisólidos (grasas). LIS emplea un cuadrado para identificar aceites, como se muestra en la figura 1, y un círculo para grasas, como se ve en la figura 2.
Figura 1 – Etiqueta para identificar aceites
Figura 2 – Etiqueta para identificar grasas
Estrategias de almacenamiento y manejo de los lubricantes
El almacenamiento y manejo de los lubricantes marca el inicio del ciclo de vida de todos los aceites y grasas desde que arriban a la planta. Si se lleva a cabo correctamente, el manejo del lubricante puede tener un marcado efecto en la confiabilidad de la maquinaria y el tiempo medio entre fallas.
Las máquinas operan mejor y con menos fallas si sus lubricantes están más limpios y mantienen intactos sus aditivos. Una de las mejores formas de garantizar que las máquinas están recibiendo lubricante limpio es asegurar que todos los lubricantes se manejen apropiadamente desde el momento en que ingresan a la planta.
Si un lubricante llega a la planta cumpliendo con los objetivos de limpieza requeridos, entonces depende de los procedimientos y prácticas de manejo asegurar que el aceite se mantenga con ese mismo nivel de limpieza. Si los lubricantes están limpios, pero no son manejados apropiadamente antes de aplicarlos a la maquinaria, no se logrará la confiabilidad esperada de la maquinaria.
Otra parte clave en el manejo del lubricante es el etiquetado de los puntos de lubricación para confirmar que el lubricante correcto se aplique a cada punto. La contaminación cruzada de lubricantes puede ser perjudicial no solamente a las máquinas, sino también para la salud de los lubricantes. Esto puede resolverse con el etiquetado apropiado en los contenedores y dispositivos de lubricación, disponiendo además de equipo que esté dedicado exclusivamente para cada tipo de lubricante.
Noria Corporation. Traducido por Roberto Trujillo Corona, Noria Latín América.