Percepciones comunes en muchas plantas es que “aceite es aceite” y “grasa es grasa”. Si esa es la actitud que prevalece en su planta, podría tener algún costoso daño, o lo que es peor, podría estar acechándolo. Casi todos saben, o deberían saber, que mezclar lubricantes por lo general no es una buena idea. Este artículo se enfocará en algunos casos en los cuales los lubricantes nunca deberían mezclarse, con algunos casos de la vida real como ejemplo de lo que podría suceder.
Uno de los errores más comunes que veo es el uso de aceites con aditivos de extrema presión (EP) en frenos de contravuelta (backstops). No estoy seguro de cuál es la razón de esto; lo que puedo decir es que sucede con demasiada frecuencia. La mayoría de los frenos de contravuelta, si no es que todos, requieren del uso de lubricantes no-EP a fin de funcionar correctamente. El aditivo EP puede evitar que el freno de contravuelta trabaje correctamente. La falla de este componente puede tener potenciales resultados fatales (la falla podría provocar que un transportador arroje toneladas de roca o carbón en el área de la cola mientras alguien podría estar pasando por allí). Si se encuentra que un freno de contravuelta está siendo llenado con un aceite EP, debe investigarse inmediatamente si el lubricante es apropiado o no. Si no es así, se requerirá efectuar un procedimiento intensivo de lavado (flushing) para asegurar que todo el aditivo EP se remueva del depósito. No es suficiente sólo rellenar nuevamente con aceite correcto el componente (con frecuencia un fluido para transmisión automática [ATF]) – los fluidos para engranes EP y ATFs son notoriamente incompatibles y pueden crear problemas muy importantes si se mezclan.
Cuando las Sociedad de Ingenieros Automotrices (SAE) diseñaron el sistema de graduación de viscosidad para aceites automotrices, no fue por accidente que un aceite SAE 40 y uno SAE 90 realmente tuvieran propiedades de viscosidad similares, a pesar de ser este aparentemente un sistema de graduación. Una de las razones para identificar aceites de viscosidades similares con diferentes índices es resaltar las diferencias entre los paquetes de aditivos. Si la gente se acostumbra al hecho de que un aceite “90” es para engranes y un “40” es para motores, entonces las oportunidades de contaminación cruzada se reducirán. Y fue una buena característica de diseño – poner un SAE 40 en un componente con engranes probablemente no sería cosa grave, pero poner un SAE 90 en un motor que requiere un SAE 40 ciertamente lo sería. En mi experiencia analizando muestras de aceite en laboratorios, podría decir que SAE ha hecho un excelente trabajo al crear la percepción de diferencia entre aceites de motor y aceites para engranes; pero aun así sucede que se llegan a mezclar en algunas ocasiones. A usted no le gustaría que sucediera esto.
Otro problema de mezcla de lubricantes se presenta en acoplamientos. No siempre se debe a mezcla accidental de fluidos; algunas veces es por el deseo de consolidar lubricantes a la menor cantidad de productos posibles en el sistema de almacenamiento. Como resultado, con frecuencia sucede que se empleen grasas multipropósitos en acoplamientos de rejilla y de engranes. Esa en realidad no es una buena idea. Los acoplamientos y los rodamientos, para los cuales estas grasas por lo común son apropiadas, operan bajo condiciones muy diferentes. Los rodamientos tienen relativamente altas velocidades entres sus componentes en contacto, mientras que los acoplamientos (especialmente los que está bien alineados) no. Como resultado de las relativamente bajas velocidades de interacción que se experimentan dentro de los acoplamientos, los requerimientos de viscosidad son mucho mayores en los acoplamientos que en los rodamientos. También, los acoplamientos tienen que lidiar con fuerzas centrífugas muy elevadas, que los rodamientos no tiene. Por esta razón, los lubricantes para acoplamientos necesitan de agentes de adhesividad para asegurar que el lubricante se adhiera a los sitios en donde se requiere. Mezclar grasas para acoplamientos y multipropósitos diluye los aditivos que se requieren para la buena operación de los acoplamientos.
Los fluidos hidráulicos base mineral con aditivos antidesgaste, aplicaciones especializadas aparte, vienen en uno de dos sabores básicos; los que contienen zinc (un aditivo antioxidante y antidesgaste) y los que no lo tienen. El primero es el más común. Ciertos componentes hidráulicos no toleran fluidos que contengan zinc, y en el caso de que llegaran a usar fluidos que contienen zinc, podrían sufrir daños irreparables. Típicamente, los fluidos libres de zinc se llegan a utilizar en una o dos aplicaciones en la planta, y se utiliza un fluido convencional en el resto. El riesgo de contaminación cruzada puede evitarse identificando de distinta manera a esos productos. Al menos un fabricante tiene sólo un sufijo de una sola letra entre los lubricantes que contienen zinc y los que sí lo tienen.
Mezclar aceites y grasas no es buena idea, y pueden tener repercusiones costosas en producción y seguridad. Se necesita de una buena selección de productos y sistemas de identificación de lubricantes para asegurar que esto no suceda.
Noria Corporation. Traducido por Roberto Trujillo Corona, Noria Latín América.