Solución de problemas recurrentes de oxidación

“Hace aproximadamente un año dejamos en operación un lubricante por demasiado tiempo en una caja de engranajes de servicio pesado, se oxidó y generó lodo. Desde entonces, hemos estado monitoreando el aceite más estrechamente por medio de análisis de aceite. El problema es que el número ácido incrementa y el aceite se oscurece después de sólo un mes en servicio. Antes el lubricante nos duraba un año entero. Cambiamos nuevamente el aceite, pero el problema vuelve a repetirse. ¿Por qué nuestro aceite tiene una vida tan corta?”

Tal parece que la caja de engranajes no se drenó a fondo después de que el aceite se oxidó la primera vez. Por lo general, un drenaje sencillo dejará más del 15 por ciento de aceite viejo adentro, cubriendo las superficies de la máquina y quedando atrapado dentro de la carcasa. También deja tras de sí una gran cantidad de productos químicos reactivos (pro-oxidantes) que agotan rápidamente los aditivos antioxidantes, dejando al aceite básico sin protección.

Al referirse a la caja de engranajes como de uso severo, lo que probablemente significa es una operación a alta temperatura y una alta producción de partículas metálicas de desgaste. Estas partículas y la temperatura también aceleran la tasa de oxidación, especialmente cuando existen lodos y otros pro-oxidantes en el aceite. Le sugiero que realice una limpieza a fondo de la caja de engranajes.

Hay diferentes técnicas de lavado de sistemas que se pueden realizar, dependiendo de las condiciones internas de la maquinaria y de los tipos de contaminantes presentes.

Limpieza por recirculación – Es la recirculación de un fluido limpio (generalmente el mismo tipo de aceite que usa la máquina, pero de menor viscosidad) a alta velocidad para lograr un flujo turbulento que ayude a remover la contaminación del sistema.

Lavado a fuerza – Una variación de la recirculación, en donde se reduce el nivel de aceite en el depósito y se aplica el fluido limpio a alta velocidad para desprender, levantar y arrastrar las partículas en forma mecánica. El lavado a fuerza suspende y transporta las partículas, absorbe aire, productos químicos y agua del sistema, y transporta los contaminantes hacia un filtro.

Herramienta de lavado direccionado – Se utiliza un tubo alargado, de diámetro pequeño, en el extremo de la manguera del carro de filtración, a fin de crear un flujo de alta presión (desprendiendo los residuos adheridos). Se invierte el flujo para succionar los sedimentos del fondo del tanque.

Lavado por solventes/detergentes – Se emplean solventes para remover sustancias que no pueden retirarse por recirculación. Puede incluir el uso de solventes orgánicos halogenados o no halogenados (limpiadores tipo A-1 como el queroseno, o limpiadores A-2 como la nafta) para disolver residuos incrustados o capas de carbón. Los solventes orgánicos tienden a ser mezclas de hidrocarburos aromáticos y alifáticos y disuelven los lodos en lugar de formar emulsiones. El uso de esos materiales puede justificarse si hay evidencia de residuos de carbón.

Limpieza química – Se usan sustancias químicas para disolver compuestos inorgánicos. Los químicos de limpieza pueden incluir soluciones ácidas o alcalinas para lograr los resultados deseados.

Sin importar el fluido o compuesto de limpieza seleccionado, a menos que este sea idéntico al lubricante a emplear después del lavado, es importante que se remuevan completamente del depósito antes de volver a llenarlo con el lubricante nuevo a usar. Algunos solventes minerales, con apenas una concentración de 5%, pueden crear un considerable efecto de adelgazamiento sobre la viscosidad del lubricante.