Las máquinas fallan por diversas razones. De igual forma, no todas las fallos son iguales. El término «falla de la maquinaria» o «mal funcionamiento» generalmente implica que la máquina ha dejado de funcionar de la manera en que fue pensada o diseñada.
Esto se conoce como «pérdida de utilidad» de la máquina o componente. Por ejemplo, si se instala una bomba para bombear 100 galones de aceite por minuto pero con el tiempo ya no puede mantener el ritmo y ahora solo bombea 75 galones por minuto, esto es una pérdida de utilidad del activo.
Esta pérdida de utilidad se desglosa en tres categorías principales: obsolescencia, degradación de la superficie y accidentes. De estos tres, la degradación de la superficie de los componentes de la maquinaria da como resultado la pérdida de la utilidad de la máquina en la gran mayoría de los casos. La degradación de la superficie se compone principalmente en corrosión y desgaste mecánico.
La contaminación por partículas es una de las principales causas de desgaste mecánico y puede abordarse con la combinación adecuada de métodos de eliminación y exclusión de contaminación. Los lubricantes en servicio se ensuciarán con el tiempo, pero las nuevas soluciones innovadoras están comenzando a cambiar la forma en que vemos los lubricantes, abriendo el potencial de la regeneración del aceite y la reutilización a largo plazo del aceite sin afectar el desempeño o la confiabilidad de la máquina.
Corrosión
La corrosión de los componentes de la maquinaria es bastante común, especialmente para aquellas con problemas de contaminación por agua. El agua no solo genera herrumbre en las superficies de hierro, sino que también puede aumentar la tasa de oxidación del aceite , lo que genera un ambiente ácido dentro del componente.
Los ácidos también se pueden formar como subproductos de reacciones entre ciertos aditivos en el aceite y el agua. La contaminación con productos del proceso a través de los sellos puede crear ambientes cáusticos y también desgaste corrosivo. Algo tan simple como tener un aditivo agresivo de extrema presión en contacto con un metal amarillo (cobre, bronce, latón, etc.) puede producir daños corrosivos.
Desgaste mecánico
El desgaste mecánico ocurre cuando las superficies de la máquina se desgastan mecánicamente unas contra otras.
Abrasión
El desgaste abrasivo es un método en el que la contaminación por partículas causa la mayor parte del desgaste. Las partículas como la suciedad o las partículas de desgaste pueden provocar abrasión de tres cuerpos o fatiga de la superficie, lo que da como resultado que las superficies se piquen y rayen.
Adhesión
El desgaste adhesivo implica dos superficies que entran en contacto directo entre sí, transfiriendo material de una cara a la otra. Esto aparece en áreas donde el lubricante ya no puede soportar la carga o en áreas de falta de lubricante .
Fatiga
La fatiga del metal es similar a lo que sucede cuando intenta cortar alambre sin herramientas. A medida que mueve el alambre de un lado a otro, el metal comienza a trabajar más duro y a fatigarse. Después de suficientes ciclos de este tipo de tensión, el metal finalmente se vuelve quebradizo y se rompe.
El mismo proceso ocurre en las máquinas. Por ejemplo, una partícula puede provocar un aumento de tensión en la pista interior de un rodamiento. Con el tiempo y con una flexión constante, el metal comienza a fatigarse. Esto se propaga a un desconchado del material.
Como las máquinas pueden perder su funcionalidad en una variedad de métodos, es la degradación de la superficie de las partes de la máquina lo que causa la mayoría de estos problemas. Si mantiene sus máquinas debidamente selladas para restringir la entrada de partículas y se asegura de que los lubricantes que utiliza cumplen con las demandas operativas de los componentes, puede prolongar la vida útil de la máquina y ver menos fallas en general.
Lucha contra la contaminación por partículas
Para abordar el problema de las partículas sólidas contaminantes en los lubricantes, el primer paso es establecer objetivos o límites. Para establecer el conteo de partículas permitido para una máquina, se debe determinar un valor ideal en función de lo que realmente se puede lograr mediante el empleo de medidas rentables. Si el objetivo no es alcanzable, tiene poco valor.
El segundo paso es emplear los métodos apropiados para lograr los objetivos identificados. El control de la contaminación por partículas tiene varios componentes, pero comienza con buenos métodos de almacenamiento, manipulación y aplicación del lubricante. El aceite nuevo es una fuente común de contaminación por partículas porque generalmente está sucio al llegar a sus instalaciones.
En una planta promedio, el aceite nuevo a menudo se contamina aún más al ser dispensado en un recipiente sucio con equipo de transferencia sucio y finalmente aplicado a la máquina a través de un embudo sucio. Al almacenar, filtrar y aplicar correctamente nuevos lubricantes, junto con el uso de métodos simples de exclusión de contaminación, como respiradores y sellos de alta calidad, a menudo se puede mantener un nivel adecuado de limpieza incluso para sistemas sin filtrar.
Cuando estos métodos de exclusión son insuficientes, se deben utilizar métodos para eliminar los contaminantes. La combinación correcta de exclusión y remoción de contaminantes juntas es a menudo lo que se necesita.
Algunas instalaciones están adoptando un enfoque más holístico, utilizando socios de servicio para lograr un control de contaminación adecuado. El «Oil as a Service» de SKF RecondOil es un ejemplo de ello, que entrega aceite que cumple los niveles de limpieza objetivo desde el principio.
No importa cómo consiga un aceite altamente limpio, los beneficios para la confiabilidad y la vida útil de la máquina están bien establecidos. Tome la contaminación en serio y verá que se pueden lograr ahorros de costos significativos con el tiempo. Por supuesto, es más rentable practicar buenos métodos de exclusión de contaminación y, por lo tanto, la exclusión debe ser el primer método a considerar.
Noria Corporation. Traducido por Roberto Trujillo Corona, Noria Latín América.