3 formas para detectar desgaste por cavitación en sistemas hidráulicos

Feb. 13, 2015

Autor: Comunicación Noria

Última actualización: 06/03/24

Creemos que se está presentando desgaste por cavitación en nuestros sistemas hidráulicos, pero no estamos seguros. ¿Hay alguna forma de detectarlo?

La cavitación puede ser determinada por medio de tres formas fáciles: ruido anormal, alta temperatura del fluido y operación lenta del sistema.

El ruido anormal proviene de dos fuentes: aireación y cavitación. La aireación es la más peligrosa de las dos. Algunas veces es llamada “martilleo”, y ocurre cuando el aire queda atrapado en el sistema. Burbujas grandes de aire se comprimen y descomprimen, dando como resultado un ruido como de “disparos”. En casos severos, conlleva a la falla de la tubería y del equipo. Puede además ser confirmada por la formación de espuma y una operación errática de los actuadores hidráulicos.

En la cavitación, la presión absoluta del sistema cae por debajo de la presión de vapor del fluido, produciendo burbujas de vapor. Estas burbujas de vapor implotan, ocasionando un sonido como de golpeteo. Puede ser identificado por sensores de vibración o equipos ultrasónicos. Posteriormente, al incrementarse, puede llegar a escucharse. La fuente de este ruido es la implosión y el micro-jet que se forma golpeando la superficie del sistema. Imagínense un pequeño chorro de agua cortando la superficie del sistema. Este sonido es similar a gruñidos o traqueteos en el sistema.

La alta temperatura es el resultado de la compresión de las burbujas de aire o de gases atrapados en el fluido, o cuando el fluido pasa de una zona de alta presión a una de baja presión sin desarrollar un trabajo útil. Esto tiene lugar cuando existen fugas internas del fluido en la zona pistón/cilindro o cuando hay un ajuste inadecuado en la válvula de alivio.

Si el calor no se disipa, puede haber un efecto en la viscosidad del fluido, lo que impacta en la lubricación del sistema y sus componentes, así como otros problemas que incrementan la probabilidad de generar cavitación. Trabajos de investigación han demostrado que mientras mayor sea la viscosidad, menor será el impacto y la probabilidad de generar cavitación. Lo contrario también es cierto, en la medida en que la viscosidad disminuye, se incrementa la probabilidad de originar cavitación.

Una operación lenta y ciclos de trabajo más largos son usualmente la primera indicación de que hay un problema. Recuerde que la operación de un sistema hidráulico depende del fluido. Si hay una pérdida de velocidad en sus actuadores, existe la posibilidad de que haya una pérdida de fluido en alguna parte del sistema. Esto generalmente es causado por fugas en mangueras rotas, sellos dañados, juntas sueltas o flojas, etc. Por supuesto, estas son obvias y fáciles de reparar.

Las fugas internas son más difíciles de identificar, pero no imposibles. Cuando un fluido pasa de una zona de alta presión a una de baja sin producir trabajo, se genera calor. Esto se puede verificar con termómetros infrarrojos, conjuntamente con medidores de flujo.

Resumiendo, el ruido, la temperatura y los ciclos de trabajo son una buena indicación de que existe cavitación en sus sistemas hidráulicos. Así como todo lo demás, la detección temprana es la mejor forma de prevenir fallas en los equipos y el subsecuente paro de producción. Sea proactivo y observe estos indicadores. Estas fallas pueden causar un gran impacto en las utilidades de su planta.

Noria Corporation. Traducido por Roberto Trujillo Corona, Noria Latín América.

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