El manejo adecuado de los tambores de lubricante es importante. Los tambores no están diseñados para hacerlos rebotar o dejarlos caer. Un tambor lleno pesa aproximadamente 204 Kg (450 libras), mientras que los tambores vacíos pesan alrededor de 16 a 17 Kg (36 a 38 libras). Un balde de lubricante pesa alrededor de 18 Kg (40 libras).