El punto de fluidez es la temperatura más baja a la que fluirá un aceite. Esta propiedad es crucial para los aceites que deben fluir a bajas temperaturas. Una regla empírica comúnmente utilizada cuando se seleccionan aceites es asegurarse de que el punto de fluidez esté al menos 10 ºC (20 ºF) por debajo de la temperatura ambiente más baja prevista.