Varias veces, durante los últimos años, hemos sido consultados acerca de nuestra visión acerca de contratar los servicios de lubricación a una empresa externa. En realidad, todo depende de los objetivos que se desean conseguir con esta acción de tercerización. Hablaremos de los dos escenarios más comunes:
Escenario 1 – Disminuir el costo de las actividades de lubricación.
La empresa tiene un programa de lubricación tradicional, donde los lubricantes son comprados por precio; los “lubricadores” son aprendices de mecánico, con baja paga y no reciben entrenamiento; nulo programa de control de contaminación y análisis de aceite proporcionado por el proveedor de lubricantes. Ante este escenario de “incompetencia inconsciente”, es de esperar que los resultados de este programa sean poco favorables. Por lo general, podríamos esperar que tanto la vida de los lubricantes como la de la maquinaria sean cortas. En este caso, los objetivos de la empresa tienen una visión meramente de disminuir los costos de lubricación en el corto plazo – desembolsar una cantidad menor por la tarea de lubricación. Analicemos las posibilidades de éxito de esta opción.
Se tiene un pobre programa de lubricación, centrado en disminuir, desde todos los ángulos, el costo de las tareas de lubricación, lo cual genera un pobre resultado en la conservación de la maquinaria y del mismo lubricante, y se desea asignar esto a una empresa externa, que le proporcione lo mismo, pero por un menor costo. ¿Cómo es esto posible, si la empresa de tercerización debe generar una utilidad? Algunas opciones son: Comprando lubricantes más baratos, efectuando menos cambios de aceite, aplicando menores cantidades de grasa, contratando mano de obra más barata – en algunas ocasiones incluso eliminando los costos de seguridad social o beneficios para ellos (generando alta rotación) – menos personal, y por supuesto, nulo entrenamiento. Simplemente se hará lo mismo desde otra administración, con el riesgo de empeorar la situación. El resultado: un mucho más pobre programa de lubricación, pero más barato – tal vez el beneficio sea que ahora hay a quién echarle la culpa cuando la maquinaria resienta esta situación. En este caso el objetivo de corto plazo se cumple, pero el resultado final es desastroso. He sido testigo de este tipo de situaciones por muchos años.
Lo peor del caso es que esta visión errónea genera un ciclo destructivo: Cuando llega el momento de la renovación del contrato, continuando con su estrategia, la empresa contratante busca disminuir nuevamente el costo de los servicios de lubricación y solicita al proveedor una disminución del costo del servicio. En muchas ocasiones esto es imposible desde el punto de vista económico y entonces se opta por contratar a otra empresa que sí esté dispuesta a dar los servicios por este precio. ¿Cuál es el resultado? Nuevamente se tiene personal sin experiencia, que desconoce la planta, y se pone en riesgo la maquinaria para lograr un menor costo de corto plazo. Se pierde la experiencia ganada, y a comenzar de nuevo (es como si cada año sustituyéramos completamente a todo el departamento de lubricación).
Escenario 2 – Mejorar la confiabilidad a través de la especialización de la lubricación
La empresa reconoce que la lubricación es importante en el proceso de confiabilidad y busca la ayuda de un especialista en la ejecución que le ayude a conseguirla. Puede ser que actualmente la lubricación en esta planta no sea la más eficiente, pero se reconocen las áreas de oportunidad, un escenario de “incompetencia consciente”. El tema económico es muy importante también, pero la visión se centra en el mediano plazo. En este caso, se contratará a una empresa con una visión de lubricación de clase mundial, que tenga personal entrenado y certificado (por lo tanto bien pagado por sus habilidades), que utilizará los lubricantes de mejor desempeño, estrategias que permitan prolongar la vida de los lubricantes y de la maquinaria, con un enfoque de productividad, utilizando el monitoreo de condición, con laboratorios de campo e inspecciones (detener lo menos posible la maquinaria para efectuar las tareas de lubricación). El resultado será que el precio a pagar por las tareas de lubricación a la empresa de tercerización será mayor que lo desembolsado en el programa actual, pero el resultado será una maquinaria mejor lubricada, una mayor vida de los componentes, menor tiempo de paro de los equipos y, en general, un incremento de la confiabilidad. No costará menos, pero será más económico, y contribuirá a los objetivos de la empresa (maximizar el retorno sobre los activos).
La forma de evaluar la efectividad de este contrato deberá ser diseñada de manera inteligente desde el inicio del convenio. Se requiere de una visión de mediano y largo plazo, ya que el contratista experto deberá invertir en mejoras, re-ingeniería, equipo de control de contaminación y monitoreo de lubricantes para eliminar varios de los modos de falla presentes y conseguir un proceso de clase mundial. Esta inversión debe ser amortizada durante la duración del contrato y proporcionar un beneficio posterior a la empresa contratante y contratada (un real ganar-ganar).
La utilización de indicadores específicos de la lubricación, como el porcentaje de cumplimiento del programa, el logro de los objetivos de salud y contaminación del lubricante, ayudará en este proceso de medición de la evolución del programa1. En algunos casos, el logro de estos objetivos y el incremento del OLE estarán ligados a incentivos al proveedor de la lubricación (opuesto al castigo de la disminución del precio del escenario 1).
Hay algunos escenarios intermedios en cuanto a los objetivos de tercerizar la lubricación, pero estos dos extremos ayudan a entender la visión. Nunca recomendaremos la primera opción, que sólo conduce a empeorar las cosas. Sin embargo, hemos ayudado a muchas empresas a encontrar el balance cuando los objetivos están dirigidos a mejorar la lubricación y no se desea pasar por el proceso de adquirir esa especialización internamente, ya sea por el costo y tiempo involucrado, o por el deseo de obtener los beneficios en el menor tiempo posible, aprovechando la especialización de los expertos.
¿Usted en cuál de los escenarios se encuentra? Si está en el proceso de tercerizar, o tiene un programa de tercerización de su lubricación, analice sus objetivos para comprender dónde están los costos y los beneficios de esta opción, cada vez más común, en las estrategias de mantenimiento de la industria latinoamericana.
Noria Corporation. Traducido por Roberto Trujillo Corona, Noria Latín América.