¿A qué se debe ese olor? ¿Utilizando el olor dentro del análisis de aceite?

Nov. 11, 2013

Autor: Comunicación Noria

Última actualización: 04/02/24

Las pruebas de campo son algunas de las herramientas más subestimadas, y al mismo tiempo más valiosas que tiene en su arsenal el profesional de la lubricación. La mayoría de las pruebas de campo son rápidas, económicas, simples de realizar y proporcionan una gran cantidad de información. Una de mis favoritas es el olor.

Muchas características y propiedades de un aceite pueden ser detectadas con nuestros sentidos. Usamos nuestros ojos para verificar las mirillas de nivel, el color, la claridad, la opacidad, etc. Usamos nuestros oídos para determinar condiciones como cavitación, sobrecargas, desalineamiento, etc. ¿Por qué no usamos nuestro olfato más seguido?

El olfato es un sentido directo. Para que usted pueda oler algo, las moléculas de ese algo deben encontrar el camino hacia su nariz. Por lo tanto, todo lo que usted huele se debe a la liberación de esas moléculas. Estas moléculas son en su mayoría pequeñas, ligeras, compuestos químicos volátiles que encuentran su camino en los conductos nasales. Una vez en las fosas nasales, estás moléculas entran en contacto con membranas especiales de las neuronas. Estas neuronas tienen ramificaciones pequeñas como los cabellos, llamadas cilios, que aumentan la superficie de contacto para capturar más de esas moléculas. Las moléculas se adhieren a los cilios activando las neuronas que envían una señal a su cerebro, lo que lo hace percibir un olor en particular.

Por lo tanto, ¿cuáles olores estaría usted tratando de percibir? Aquí le mencionamos algunos que usted debería ser capaz de reconocer.

Oxidación

La oxidación tiene un olor ácido o picante, similar al de los huevos podridos. Ocurre cuando los hidrocarburos del aceite reaccionan químicamente con el oxígeno. Como la mayoría de estas reacciones, la oxidación del aceite es acelerada por el calor y la presión. No es diferente a otras reacciones de oxidación que encontramos comúnmente, como por ejemplo la herrumbre. Así como la herrumbre y otros procesos corrosivos tienen acción sobre las superficies de las máquinas, la oxidación da como resultado un cambio químico catastrófico y permanente sobre las moléculas del aceite básico. Los efectos netos de una oxidación prolongada son: químicamente que el aceite se vuelve ácido, causando corrosión, y físicamente, incrementando su viscosidad.

Degradación térmica

La degradación térmica tiene el olor característico a comida quemada. Típicamente, cuando el aceite básico entra en contacto con las superficies calientes en su recorrido dentro de la máquina, o cuando ocurren

incrementos repentinos de temperatura asociados con una compresión adiabática de burbujas de aire atrapadas en el aceite a su paso por la bomba, cojinetes, rodamientos y otras zonas presurizadas. Cuando esto sucede, la película de aceite que entra en contacto con la superficie caliente de la máquina o con la burbuja de aire comprimida, cambia químicamente.

Bacterias

Las bacterias pueden producir un olor parecido a los animales muertos en la carretera. Una vez establecidas, las colonias de bacterias obstruyen los sistemas de control, rápidamente degradan la calidad y el desempeño de los lubricantes, además de producir subproductos corrosivos. Si no se detectan tempranamente, el problema se manifestará así mismo en reparaciones costosas, paros prolongados y un gasto importante de los recursos.

Contaminantes

Contaminantes como los solventes, refrigerantes, desgrasantes, sulfuro de hidrógeno, gasolina, diesel, queroseno y los químicos del proceso tienen sus propios olores característicos.

Compuestos de azufre

Los compuestos de azufre tienen un olor como a zorrillo. Los óxidos de azufre y el agua, que se producen como subproductos de la combustión, reaccionan para formar ácido sulfúrico. Este ácido es neutralizado por la reserva alcalina que tiene el paquete de aditivos (detergente básico) dando como resultado la formación de sulfatos metálicos.

Compuestos nitrogenados

Los compuestos nitrogenados tienen un olor parecido a la esencia de almendras. La nitración es otra forma de oxidación. Resulta de la reacción de los componentes del aceite con óxidos de nitrógeno (NO, NO2, N2O4), que se producen por la oxidación del nitrógeno del aire durante el proceso de combustión. Además de causar incremento en la viscosidad del aceite, los productos de nitración son los mayores contribuyentes a la formación de barniz.

Ésteres y Cetonas

Los ésteres y las cetonas tienen un olor como a perfume (afrutado). Los ésteres se producen cuando los ácidos carboxílicos se calientan con un alcohol en presencia de un catalizador ácido. El olor es debido a su naturaleza volátil, la cual es causada por su composición química.

84%

de los lectores de machinerylubrication.com, utilizan el olor como prueba del análisis de aceite.

A pesar de que no es una tecnología de vanguardia y no hay (a la fecha) un dispositivo de campo que permita su evaluación, el olor debe ser una parte esencial de su programa de análisis de aceite. Es rápido, económico y fácil de hacer. Muy pocas cosas en el mundo ofrecen estos tres atributos en la confiabilidad de la maquinaria.

Una de mis historias favoritas utilizando el olfato como ensayo de campo está relacionada con un cliente que me envió un reporte de análisis de aceite que resultó ser muy elemental. Tenía todos los rangos de los ensayos normales, como los de un reporte “económico”. Mostraba un incremento en viscosidad, oscurecimiento, formación de lodo y barniz, etc., todos los signos reveladores de una falla oxidativa, a pesar de que el aceite no había estado en servicio por mucho tiempo.

Por teléfono, le dije al cliente que abriera la botella y se tomara un buen trago. Me di cuenta por el silencio lo incómodo que estaba y la cara que estaba poniendo – usted sabe, esa que uno pone cuando ha escuchado algo que alguien le ha dicho, pero que no puede creerlo. El repitió mi pregunta con un poco de sarcasmo en su voz, a lo cual yo le repliqué, “sólo hágalo”. Unos segundos más tarde, me dijo, “¡Guau!, huele como a aceite quemado!”. Esa fue nuestra pista para identificar el problema como una falla térmica.

Más que una prueba de olfato

En los laboratorios de hoy día, hay un instrumento para analizar el espacio superior que no determina qué hay en el aceite, sino qué sale del aceite. La cromatografía de gases (CG) es una de las técnicas modernas más usadas en química analítica. En su forma más básica, la CG es usada para separar mezclas complejas de diferentes moléculas, basada en sus propiedades físicas, como polaridad y puntos de ebullición. Es una herramienta ideal para analizar muestras de gases y líquidos que contienen cientos o hasta miles de moléculas, permitiéndole al analista identificar el tipo de molécula y su concentración. Por lo tanto, si su aceite tiene un olor característico, usted puede correr un ensayo de CG para determinar a qué se debe ese olor.

Noria Corporation. Traducido por Roberto Trujillo Corona, Noria Latín América. 

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