Los peligros de la contaminación con agua en el aceite

Abr. 11, 2025

Autor: Noria Latín América

Última actualización: 04/11/25

La mayoría de nosotros somos muy conscientes del enorme daño que el agua puede causar en una máquina y sus lubricantes. Sin embargo, la magnitud de esta destrucción potencial parece depender directamente de cinco factores facilitadores. Estos factores se enumeran a continuación y se muestran gráficamente con más detalle en la Figura 1. 

  1. Sensibilidad de la máquina y del lubricante al agua. Algunos tipos y componentes de máquinas tienen una sensibilidad única a los daños inducidos por el agua, como la corrosión, la cavitación, la fragilización por hidrógeno, el bloqueo por sedimentos, la lubricación elastohidrodinámica (EHD), etc. Del mismo modo, ciertos lubricantes (tanto aceites base como aditivos) son más propensos que otros a la degradación en presencia de agua. Los modos de degradación o agotamiento incluyen hidrólisis, oxidación, lavado con agua, entre otros.
  2. Cuánto tiempo permanece el agua en el aceite. Cuanto más tiempo permanezca el agua en estado suspendido en el aceite, mayor será el riesgo que suponga para la máquina y el lubricante. La permanencia del agua en el aceite está influenciada por factores como la turbulencia, la emulsificación, la tasa de entrada de agua y la tasa de eliminación de agua, incluida la evaporación, la deshidratación y la sedimentación.
  3. Cantidad de área de la superficie interfacial aceite/agua. Si se permite que el agua y el aceite se emulsionen, se produce una gran superficie entre el aceite y el agua. Esto ocurre cuando las gotas más grandes de agua se trituran en numerosos microglóbulos de agua, lo que puede aumentar el área de la superficie interfacial en más de un millón de veces. Cuando el área de superficie se multiplica, también lo hacen los sitios de reacción química entre el agua, los aditivos, los aceites base y otros contaminantes.
  4. Movilidad del agua dentro de la máquina. Es menos probable que el agua se triture en microglóbulos si no está en movimiento (se mantiene en reposo) y no puede ser transportada a zonas turbulentas y mecánicamente dinámicas dentro de la máquina. Una vez que se permite que las emulsiones se formen y estabilicen, el riesgo que representa el agua para el lubricante y la máquina se magnifica significativamente. Se podría decir que el movimiento del aceite le da «pies» al agua, extendiendo su potencial destructivo. De este modo, el agua puede ir a donde quiera que vaya el aceite, incluidas las zonas sensibles a la confiabilidad dentro de la máquina.
  5. Calor. El calor proporciona la energía de activación necesaria para iniciar reacciones químicas (corrosión, oxidación, hidrólisis, etc.) y dificultar la lubricación efectiva (resistencia de la película) en superficies de máquinas de fricción altamente cargadas.

La Figura 1 ilustra las principales condiciones que permiten que los cinco factores puedan infligir daños por la contaminación con agua. Por ejemplo, el tiempo que el agua permanece en el aceite está influenciado en última instancia por más de otras 16 condiciones. No es probable que todas estas condiciones ocurran en un momento dado, pero, de nuevo, solo unas pocas son realmente necesarias. Quizás lo mejor que puede hacer, usando el diagrama, es realizar un inventario de las condiciones de influencia aplicables para calificar la tendencia de su máquina a fallas inducidas por agua. 

Figura 1. Influencia de la contaminación con agua en la destrucción del aceite y la máquina 

Control del atrapamiento de agua

Con frecuencia se dice que el agua es más destructiva cuando se emulsiona en el aceite, tal vez su estado de coexistencia más frecuente. Como se indicó anteriormente, una emulsión no solo se une al aceite y sus aditivos a través de una alta área de superficie interfacial, sino que también ayuda a su movilidad en el fluido que fluye a las superficies de carga y metalúrgicamente sensibles. Si el agua no estaba emulsionada (atrapada en el aceite) no podría transportarse tan fácilmente. 

Echemos un vistazo más de cerca a cómo sucede esto. Para tener emulsiones de aceite/agua estables, no solo necesita una mezcla de aceite y agua, sino también agentes emulsionantes, también conocidos como sujetadores de agua.  

De hecho, existe evidencia convincente de que estos sujetadores de agua son quizás el principal facilitador de la mayoría de los problemas relacionados con el agua. Sin estos sujetadores, el agua, al ser más pesada que el aceite, no tiene nada que impida que se asiente. 

En la práctica, lo que sea que haya en el aceite que sea «amante del agua» cumplirá efectivamente la función de ser un ssujetador de agua. La mayoría de estas son suspensiones solubles polares dentro del aceite. Para ciertos aceites, estos sujetadores son principalmente aditivos polares como detergentes y dispersantes. En tales casos, no se pueden evitar, son parte de la formulación del aceite. En otros casos, son huéspedes no invitados y no deseados. Entre estos se incluyen óxidos, tensoactivos y muchos contaminantes sólidos y suspendidos disueltos comunes. 

El peligro del agua

Eventualmente, el agua entrará en sus lubricantes. El daño que inflige dependerá en gran medida del tiempo que permanezca y de la superficie que esté en contacto con el aceite (habilitada por los sujetadores de agua). 

Un buen comienzo para controlar el riesgo es monitorear tanto las causas raíz como sus síntomas. Esto incluye el seguimiento no solo de la cantidad de agua en el aceite, sino también de su estado de coexistencia (disuelta, emulsionada o libre). A continuación, evalúe la población de sujetadores de agua en el aceite. 

Quizás la mejor manera de hacerlo es utilizar la prueba de demulsibilidad (ASTM D1401). Comience con aceite nuevo para obtener una línea de base, luego evalúe la condición de los lubricantes en servicio. Algunos laboratorios de análisis de aceite utilizan esta prueba para el análisis de rutina de aceite de turbinas, fluidos hidráulicos y aceites de máquinas de papel. 

Cualquier falla significativa de demulsibilidad debe ser investigada. No se limite a cambiar el aceite y seguir por su camino. Saber de dónde provienen los sujetadores de agua le dará una mejor idea de cómo controlar su recurrencia. 

Finalmente, regrese a las bases y haga una investigación de la procedencia del agua, luego desarrolle un plan viable para controlar su entrada. En pocas palabras, el mantenimiento proactivo es siempre la mejor estrategia de confiabilidad de la maquinaria, ya sea que esté tratando de controlar la suciedad, el calor, la desalineación o la contaminación con agua. 

Jim Fitch. Noria Corporation. Traducción por Roberto Trujillo Corona, Noria Latín América 

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