Considere el costo de ciclo de vida de las máquinas hidráulicas

Ago. 12, 2024

Autor: Noria Latín América

Última actualización: 08/12/24

Mi hijo Benjamín cumplió 9 años el mes pasado. Para su cumpleaños le compramos una bicicleta de montaña nueva con todas las comodidades: amortiguadores delanteros, amortiguador trasero, freno de disco delantero y cambio de 21 velocidades. Todavía no puedo creer el precio. Costaba solo US $149 dólares, y ese era el precio normal. Por supuesto, estaba fabricada en China.

Cuando observa el producto terminado, se pregunta cómo puede ser tan barato. El minorista tiene su margen de utilidad y también hay que tener en cuenta los gastos de envío. Supongo que el costo de fábrica podría ser de tan solo US 20 o 30 dólares.

Aunque la bicicleta parece un producto de primera calidad, solo el tiempo lo dirá. Pero incluso si algo saliera mal, por esa cantidad de dinero, probablemente sería más barato comprar otra y canibalizar la original para obtener piezas de repuesto. Es difícil discutir con la economía.

Como todos sabemos, esto no sólo ocurre con las bicicletas. Nos guste o no, China es actualmente el líder mundial en fabricación a bajo costo, lo que incluye la hidráulica.

Las máquinas hidráulicas y la mayoría de sus componentes son artículos de alto precio, por lo que los ahorros iniciales siempre resultan tentadores. Pero, como explico en detalle en el libro Insider Secrets to Hydraulics, al considerar una alternativa más económica, es importante sopesar lo que ahorrará si cumple con las expectativas frente a lo que podría costarle si no lo hace, y si está dispuesto a correr el riesgo de averiguarlo.

Esta es otra forma de decir que el costo inicial o de entrada no es necesariamente el factor más importante. En cambio, lo que más cuenta es el costo de vida útil del producto. Esto implica pensar más allá del aquí y ahora. Al menos superficialmente, las matemáticas son bastante simples. Solo hay que sumar el costo de capital inicial de la máquina o componente con el costo de mantenerlo en funcionamiento durante el transcurso de su vida útil.

Si bien el costo de capital es fácil de cuantificar, el costo operativo de por vida es más difícil de calcular porque generalmente depende de la primera variable.

Los lectores habituales de esta revista conocen perfectamente la importancia del mantenimiento proactivo y la influencia que tiene en el costo de vida útil de cualquier activo, incluido uno hidráulico. Por supuesto, las tareas de mantenimiento consumen tiempo y recursos, y por lo tanto, la necesidad de mantenimiento debería excluirse en lugar de incluirse en el diseño. Sin embargo, esto casi siempre implica una mayor inversión inicial, ante lo cual la mayoría de los compradores de equipos hidráulicos se muestran reacios.

Por eso es probable que veamos a los fabricantes chinos de sistemas hidráulicos entrar con bastante rapidez en los mercados occidentales. Su estrategia de entrada se basará en el precio, y una inversión inicial menor resultará irresistible para un gran número de posibles propietarios. Ya está sucediendo. La mayoría de nosotros probablemente podamos pensar en un ejemplo.

Pero los chinos son imitadores y no siempre se les da bien. Obviamente, la calidad de los componentes individuales afecta la confiabilidad de la máquina en su conjunto. Por ejemplo, si toda la máquina se fabricó en China, ¿de qué fábrica proceden los filtros hidráulicos de la máquina? ¿Provienen de las instalaciones de un fabricante de filtros de buena reputación en China o de una empresa similar? Si proceden de esta última, ¿qué desempeño tendrán?

Además, ¿de dónde se tomó prestado el diseño del sistema hidráulico? Como se señaló anteriormente, la mayoría de los fabricantes de equipos establecidos en el mundo occidental diseñan con un ojo puesto en el costo de capital inicial y el otro (ciego) en la confiabilidad, por lo que los chinos no asumirán la delantera en esta área en el futuro cercano.

Por lo tanto, al copiar diseños hidráulicos que no son ideales desde una perspectiva de mantenimiento y confiabilidad, y luego construir estas máquinas con componentes que pueden no ser aptos, la curva de aprendizaje para los fabricantes chinos y sus clientes podría ser larga y, a veces, dolorosa.

En lo que se refiere a máquinas, la nueva bicicleta de mi hijo es de lo más sencilla que hay. Siempre que los frenos no fallen y las ruedas o el manubrio no se rompan, su funcionamiento seguro no supone un gran problema. Por supuesto, comprobé que todo estuviera bien sujeto y ajustado, y la di una vuelta a la manzana antes de ponerlo en ella.

Estoy seguro de que mi hijo crecerá mucho antes de que nueva bicicleta de montaña se desgaste. Pero en el caso de una máquina hidráulica de fabricación china, si cuesta la mitad que una unidad de fabricación local y dura más de la mitad sin incidentes de seguridad, la cuestión económica puede ser aceptable.

Por otro lado, si cuesta la mitad y dura solo una cuarta parte, la rentabilidad no se compensa. ¿Cómo saberlo? La realidad es que no se sabe. Lo mismo ocurre con las piezas o componentes hidráulicos de repuesto fabricados en China. No es realista pagar una cuarta parte o incluso la mitad del precio y esperar el mismo desempeño o la misma vida útil.

Esto no quiere decir que una economía como esta no pueda ser nunca un buen negocio para el usuario final del equipo hidráulico. Puede que tenga un final feliz, pero sólo si el usuario sabe con quién está tratando, ha considerado las posibles implicaciones de seguridad y tiene un margen de seguridad económico lo suficientemente amplio. Éstas son las únicas razones por las que mi hijo anda en una bicicleta de montaña nueva fabricada en China.

Cuidado con la pérdida de calidad

En su libro, Poorly Made in China (Pobremente hecho en China), Paul Midler revela que un modo de operación común de los fabricantes chinos es ofertar poco para conseguir el negocio y luego, una vez que la producción está en marcha, sustituir las materias primas de alta calidad por alternativas de baja calidad. Lo hacen para reestructurar el acuerdo y obtener el máximo beneficio. Midler lo llama “pérdida de calidad”.

Imagine que compra mangueras o juntas hidráulicas en China. Al principio, la calidad es perfectamente satisfactoria, pero luego comienza a perder calidad. Los resultados podrían ser desastrosos.

Brendan Casey. Traducción por Roberto Trujillo Corona, Noria Latín América

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