Para bien o para mal, nuestro mundo está muy conectado. Algunas de estas conexiones nos permiten comunicarnos libremente, mientras que otras partes nos permiten recopilar mucha información. Sé que no soy la primera persona en usar la frase “parálisis del análisis”, pero en realidad es relevante, especialmente cuando se trata de la confiabilidad de la maquinaria. No me malinterpreten; el análisis es extremadamente importante, pero centrarse en un solo aspecto de un informe o en una tecnología específica, puede convertirse rápidamente en un problema en sí mismo.
Recientemente tuve la oportunidad de impartir una clase del curso analista de lubricantes de maquinaria, que incluía estudios de casos sobre investigaciones de fallas que hemos visto o de las que hemos sido parte. Muchas de estas fueron situaciones bastante únicas y estaban destinadas a evaluar cuánta información pueden usar los estudiantes y si pueden poner en práctica los nuevos conocimientos. Dado que este era un curso remoto, no todos los estudiantes estuvieron completamente activos en el ejercicio, pero los que participaron hicieron un muy buen trabajo y era obvio que estaban perfeccionando sus habilidades.
Hubo un ejercicio de un caso en particular (que involucraba un cargador frontal CAT) que encontré interesante. Se dieron algunos valores de análisis de aceite, junto con algunas imágenes de la investigación de la falla.
Cualquier persona que haya realizado el curso MLA II o que tenga una buena base en análisis de aceite podría comprender lo que está sucediendo aquí, pero la gente que se ocupaba de esta máquina no tenía capacitación formal en análisis de aceite.
Lo que la gente notó con más frecuencia fue la cavitación en el pistón. Y sí, eso era parte de lo que estaba mal, pero cuando buscamos la causa raíz de la falla, la cavitación no era la respuesta. Este ejercicio estaba destinado a mostrarle a la gente que no puedes concentrarte solo en una parte del rompecabezas y llegar a la solución. Todavía estaban en la fase de detección de cosas y dieron por resuelto el problema cuando vieron cavitación.
Sin agua en las muestras, tenía un poco de curiosidad por saber qué pensaban que estaba causando la cavitación o cómo se producía dentro del cilindro. El aire podría ser el culpable, pero esto no era probable, en mi opinión. Les pedí que observaran un poco más el análisis de aceite y determinaran qué había cambiado. El número básico fue lo primero a lo que acudieron. No es incorrecto decir que el número básico cambió, pero aun así, ¿cuál fue la causa de todo esto?
Profundizando más en la parte de análisis de aceite del ejercicio, vimos un aumento en tres elementos clave que aparecieron de la nada: boro, sodio y potasio, algunos de los componentes clave de muchos refrigerantes. Habíamos revisado los refrigerantes y estos bloques de construcción aproximadamente una hora antes, y nadie se dio cuenta de esto. Estaban demasiado concentrados en la imagen del pistón y tratando de averiguar qué les decía el análisis del filtrograma.
Noria Corporation. Traducido por Roberto Trujillo Corona, Noria Latín América.