Durante los últimos años se ha venido trabajando desde varios ángulos para controlar el impacto que la calidad del combustible tiene en la vida de los motores de combustión interna a diésel y su efecto al medio ambiente. Aunque es un problema que afecta a nivel global, el contexto de cada región puede complicar las soluciones que plantean los países más avanzados y no podemos pensar que haya una que pueda resolver de manera absoluta esta situación. Al ser un problema que tiene múltiples causas y efectos, debe ser analizado por partes para identificar aquellas que son más viables de acuerdo con las condiciones de cada país o región. Por la simplicidad, costo, y esfuerzo de implementación, abordaremos el problema desde estos cuatro ángulos:
- Mejora en la gestión del combustible
- Mejora en las prácticas de mantenimiento
- Ingeniería para el diseño de un motor menos contaminante y sistemas de inyección de combustible más eficientes.
- Mejora en las propiedades químicas y de desempeño del combustible
Este artículo se concentrará en describir el primero de estos factores: Mejora en la gestión de combustible. En publicaciones posteriores iremos abordando los restantes.