Lavado de sistemas de lubricación Parte 2 – Once tácticas para un programa estratégico de lavado

Dic. 7, 2020

Autor: Administrador Web

Última actualización: 09/15/23

Jim Fitch, Noria Corporation. Traducido por Roberto Trujillo Corona, Noria Latín América Publicado en la revista Machinery Lubrication. Julio 2004. Cuando usted considera la enorme diversidad de tipos de máquinas en uso, cada una con necesidades especiales, y los problemas específicos que el lavado debe solucionar para restaurarlas a una condición limpia y saludable, no sorprende que se hayan diseñado tantas y tan diversas estrategias y tecnologías. Tanto los proveedores de servicio como los de maquinaria siguen ofreciendo nuevas alternativas al viejo problema de “cuál es la mejor manera de purgar los contaminantes y los productos de degradación del lubricante” de las entrañas de la máquina. En la primera parte de este tema hable sobre “Cuándo realizar un lavado”, en donde revisamos las condiciones de la maquinaria que amenazan su confiabilidad y afectan la salud del aceite,  condiciones bastante serias que justifican la costosa actividad de remoción de depósitos adheridos y residuos asentados. También revisamos las razones que pueden disparar la necesidad de un lavado y las probables consecuencias de demorar o no realizarlo. En esta segunda parte analizaremos once diferentes tácticas de lavado. En resumen, el lavado de sistemas puede dividirse en los siguientes elementos: Tácticas de lavado: Estas son actividades específicas dirigidas a eliminar depósitos, sedimentos y substancias suspendidas, propensas a generar riesgos. Estrategias de lavado: Son programas de una o más tácticas de lavado, que incluyen los pasos necesarios para realizar un lavado completo y exitoso. Empecemos esta discusión de tácticas, distinguiendo entre dos actividades de limpieza estrechamente relacionadas: el reacondicionamiento del aceite y el lavado de la maquinaria. El reacondicionamiento del aceite, a diferencia del lavado, no involucra necesariamente a la máquina y sus superficies. Es simplemente un proceso de remoción de los contaminantes que amenazan la salud del aceite. En algunos casos, el reacondicionamiento puede incluir la neutralización de ácidos. En sistemas de lubricación de gran tamaño, puede ir seguido de un tratamiento de drenado-llenado o de  otros tratamientos para reponer los aditivos agotados y diluir las impurezas solubles. Como se menciona en la siguiente lista de tácticas, la remoción de los contaminantes dañinos (tanto solubles como insolubles) del aceite puede impactar positivamente la remoción de lodo y barnices existentes. También puede mitigar la formación a futuro de depósitos en el interior de la máquina. Esto ha llevado a que no haya una clara distinción entre las definiciones de reacondicionamiento y lavado. La confusión viene de estas dos afirmaciones cruzadas: (1) Se puede afirmar con seguridad que una máquina con el interior libre de depósitos, sedimentos y lodos tendrá una mayor expectativa de vida del aceite; (2) De la misma forma, un aceite reacondicionado, libre de impurezas solubles e insolubles, tendrá un impacto medible en el enfriamiento, la fricción y la vida de servicio de la máquina. En ciertos casos, el aceite reacondicionado puede incluso ser un agente eficaz para remover los depósitos tipo barniz. Esto explica por qué muchas de las tácticas mencionadas a continuación son tecnologías que también se utilizan en el reacondicionamiento de aceite. Escoger la táctica incorrecta puede ser no solamente un gasto inútil, sino también riesgoso desde el punto de vista de potenciales afectaciones al sistema y daños secundarios. Cada vez que se introducen productos químicos, temperaturas, presiones, flujos y turbulencias distintos a los del sistema, pueden generarse consecuencias negativas a la máquina, a sus sellos y al lubricante. La siguiente lista describe brevemente las prácticas y tecnologías usadas en el 95% de las actividades de lavado en la industria. Drenado por filtración/Separación. Esta es la más sencilla de las estrategias de lavado. Debido a que muchas máquinas no tienen filtración integrada, el uso periódico de carros de filtración y equipo de reacondicionamiento de aceite, no sólo puede limpiar el aceite (reduciendo el nivel de contaminación), sino que además es posible remover depósitos de lodo y sedimento. Alta turbulencia, alta velocidad, baja velocidad del fluido. Se consigue una mayor eficacia del lavado mejorando las condiciones dinámicas del fluido cerca de la frontera superficial de la máquina. Se aumenta la velocidad del fluido (entre 2 y cuatro veces la tasa de flujo normal) y/o se reduce la viscosidad del fluido durante el lavado. Se busca lograr un número de Reynolds entre 4,000 y 6,000. Lavado por alta temperatura de aceite. Al elevar la temperatura del fluido se reduce su viscosidad del fluido y aumenta la turbulencia. Simultáneamente incrementa la solvencia del fluido, lo que permite remover con más facilidad los depósitos más difíciles. Se busca un rango de temperatura entre 79.4°C a 90.5°C (175°F a 195°F). Lavado por cambios cíclicos de temperatura. Algunos profesionales han descubierto que los cambios súbitos de temperatura (choques térmicos) ayudan a despegar costras de depósitos durante el lavado. Se emplean enfriadores y calentadores para modificar repetidamente la temperatura del fluido en un rango mayor a 37.8°C (100°F). Lavado por impulsos de flujo de aceite. Al variar súbitamente el flujo por medio de pulsaciones se despegan con mayor facilidad los contaminantes acumulados en rincones y grietas del sistema. Lavado por flujo inverso de aceite. Cambiando la dirección del flujo del aceite algunos contaminantes y depósitos en las superficies se exponen a fatiga al doblarlos en sentido opuesto al flujo normal, con lo que pueden despegarse y ser arrastrados por el aceite. Herramienta de lavado direccionado. Esta táctica se utiliza en tanques o depósitos de aceite, reductores y sistemas que permiten el acceso adecuado por medio de tapas y puertos de limpieza. Se utiliza un tubo alargado, de diámetro pequeño, en el extremo de la manguera, a fin de crear un flujo de alta velocidad que permita desprender y desintegrar los residuos adheridos a las paredes y techo del tanque, así como en diversas cavidades y componentes internos de la máquina. Al invertir el flujo, el tubo se puede utilizar para succionar eficazmente los sedimentos asentados en el fondo del tanque. Separadores por partículas cargadas (electrostáticos). Estas tecnologías patentadas de reacondicionamiento de aceite, han demostrado que puede removerse exitosamente el barniz de las superficies de la maquinaria, así como contaminantes suaves en el aceite de dimensiones inferiores a un micrón, que se conoce son precursores de lodos y barnices. Lavado por solventes/detergentes. Se emplean diversos solventes y detergentes para preparar fluidos de lavado con diferentes grados de éxito. Entre los productos empleados se incluyen solventes derivados del petróleo, diésel, aceites de motor y aditivos detergentes/dispersantes. Se añaden al aceite en concentraciones entre 5 al 15%, se hace circular y a continuación se realiza un enjuague. La principal preocupación es que puedan presentarse problemas de incompatibilidad (con el aceite, los sellos y las superficies de la maquinaria). Debe consultar siempre a los fabricantes del lubricante y de la maquinaria antes de introducir productos químicos en la máquina. Lavado químico. Se utilizan compuestos químicamente activos, ya sean ácidos o alcalinos, que ayudan a remover la mayoría de los depósitos orgánicos e inorgánicos adheridos a la superficie. Primero debe drenarse completamente el aceite del sistema. Después se hace el lavado y posteriormente deben enjuagarse a conciencia los productos químicos en el sistema, para luego realizar una neutralización. Debe consultar siempre a los fabricantes del lubricante y de la maquinaria antes de introducir productos químicos en la máquina. Limpieza mecánica. Generalmente implica el uso de raspadores, cepillos, materiales abrasivos y en ocasiones baño ultrasónico. Pueden emplearse en forma conjunta con solventes o productos químicos al lavar los componentes de la maquinaria individualmente en una estación o banco de lavado.

Tabla 1. Efectividad de las tecnologías para remover contaminantes

La Tabla 1 resume la aplicación y probable eficacia de estas tecnologías para remover contaminantes, sedimentos y depósitos de la maquinaria. Muchas de estas tácticas se han discutido en artículos publicados en la revista Machinery Lubrication.  

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