Figura 1. Variación de flujo fugando de la bomba con relación a la distribución de tamaño de partícula y el tiempo
Moraleja de la historia ¿Por qué conté esta historia sobre la coagulación del aceite? Por un lado, quería aclarar la confusión respecto al papel de la contaminación por partículas en la restricción del pasaje de fuga. De hecho, esto no es folklore de la lubricación, sino un fenómeno físico basado en hechos reales. Por ejemplo, podemos observar fácilmente el efecto dañino de la concentración de partículas en los filtros de aceite a medida que aumenta la caída de presión. Además, los contadores comunes de partículas por bloqueo de poro miden la caída de flujo (o el aumento de la presión) a través de membranas calibradas para estimar las concentraciones de partículas en lubricantes y fluidos hidráulicos. Por lo tanto, no es sorprendente que ocurra el mismo fenómeno en cualquier orificio estrecho o espacio libre a través del cual fluye rutinariamente el aceite en la máquina. Así que la moraleja de la historia es la siguiente: si desea que sus contaminantes sirvan como agentes de «control de fugas», entonces es mejor un aceite sucio y más lodoso (estoy bromeando, por supuesto). Los sellos estáticos y los accesorios/conectores con fugas son los que más se benefician. Sin embargo, si no quiere que su aceite cargue partículas duras y gomosas en espacios y orificios críticos, le sugiero que tome un enfoque higiénico manteniéndolo limpio, seco y saludable. Sin duda, le han dado este consejo antes. Referencia Gabriel Silva. “The Adrenaline Phenomenon of Silt” TSF Journal, 1987, volumen 7. Fluid Power Research Center, Oklahoma State University.