Rich Wurzbach, MRG Labs. Traducido por Roberto Trujillo Corona, Noria Latin America
Mientras ayudaba a un fabricante de la industria farmacéutica a abordar las deficiencias en su programa de lubricación, me di cuenta de que un área que necesitaba atención era la gran variedad de pistolas de engrasar en manos de los técnicos de lubricación. Se usaban diferentes tipos de pistolas y los volúmenes que despachaban variaban mucho entre ellas.
El primer paso fue reunir esta variada colección de herramientas y elegir una nueva pistola de engrasar estándar para la empresa. Nos decidimos por una pistola de buena calidad con un tubo transparente para permitir a los usuarios ver el tipo de grasa que se había cargado en la pistola. Nosotros calibramos la pistola midiendo el volumen promedio despachado por bombazo.
Pensando que estábamos en camino a la excelencia en lubricación, me sorprendió recibir una llamada de que había un problema. Las nuevas pistolas de grasa estaban presentando fugas. Los técnicos habían encontrado charcos de aceite rojo en el fondo de sus cajas de herramientas, y las nuevas pistolas de engrasar eran la fuente. Incluso los tubos transparentes estaban manchados con aceite por fuera del cartucho.
Conocíamos y aplicábamos los procedimientos adecuados para almacenar los cartuchos de grasa. Antes de abrirlos, cuando los cartuchos de grasa todavía están en sus cajas o almacenados en el estante, deben mantenerse con la tapa de plástico hacia arriba y la lengüeta metálica hacia abajo.
La tapa de plástico no es una superficie de sellado. Cuando el aceite se separa invariablemente de su espesante, la tapa de plástico es un camino para que el aceite salga del espesante de la grasa. Lo que no observamos, especialmente para las grasas que separan fácilmente el aceite, era que la orientación de la pistola de engrasar también importaba.
La gravedad, el trabajo mecánico y la vibración son fuerzas que pueden separar el aceite del espesante de la grasa. Sucede en una máquina cuando las partes en movimiento cortan la grasa para liberar aceite en los puntos de contacto. Ocurre en máquinas sujetas a una alta vibración, cuando el aumento en la tasa de separación le hace engrasar estos componentes con mayor frecuencia. Y sucede también cuando la gravedad trabaja en una grasa estática llevando al aceite a un punto más bajo. Si ese punto bajo no es una superficie sellada, el aceite puede escaparse de la máquina, del cartucho de grasa o incluso de una pistola de engrasar.
La grasa es adherente y pegajosa. La aplicamos específicamente a rodamientos, engranajes y superficies de las máquinas porque queremos que permanezca en su lugar. Sabemos que el movimiento de la máquina separa al aceite. Cuando el movimiento se detiene, la gravedad se hace cargo y el aceite va al fondo. Sin embargo, solo porque la grasa es más adherente no puede ignorar los efectos que la gravedad tiene sobre ella. Debe tener una estrategia para abordar estas tres formas clave en que la gravedad puede vencer sus esfuerzos de lubricación con grasa.