El pequeño y sucio secreto de la confiabilidad

Nov. 9, 2020

Autor: Administrador Web

Última actualización: 09/15/23

Jim Fitch, Noria Corporation. Traducción por Roberto Trujillo corona, Noria Latín América   Este fue uno de esos momentos decisivos. Fue una visión sorprendente sobre dónde se encuentran los profesionales de mantenimiento y confiabilidad en el camino hacia la excelencia en lubricación. Recibí una llamada telefónica de un extraño que se presentó como gerente de mantenimiento de una gran acería. Me dijo que se estaba preparando para enseñar a un grupo de técnicos en lubricación cómo y cuándo realizar un cambio de aceite en la maquinaria de la planta. Sin embargo, primero quería mi consejo. Estuve de acuerdo, esperando una de las preguntas habituales, como si deberían cambiar a una base sintética o si se necesitaba efectuar un lavado. En cambio, me sorprendió una pregunta que nunca había escuchado antes… y que nunca esperé escuchar. Me preguntó: “¿Cómo debería sentirse el aceite entre los dedos cuando está demasiado sucio y necesita cambiarse?” Dijo que quería que sus técnicos en lubricación cambiaran el aceite con base en el cómo se sentía. Al principio pensé que era una broma; ya sabe, de un amigo que buscaba reír un poco. Escuché con atención, pero me quedé en silencio, estudiando la voz de la persona que llamaba. Siguió hablando y me di cuenta de que este tipo era real. Mi respuesta fue mesurada y, lamentablemente, un poco ruda. Le dije que tal vez antes de enseñarle a alguien sobre lubricación, él mismo debería tomar algunas clases. Le expliqué el tamaño microscópico de las partículas que se asemejan al del espacio libre entre los componentes y cómo se comparan en dimensión con las marcas de su huella digital. Mencioné que para cuando pueda ver o sentir suciedad en el aceite, ya se habrá generado mucho daño a su máquina.

Figura 1. Para cuando pueda ver o sentir la suciedad en el aceite, ya se habrá hecho mucho daño a su máquina.

Luego le ofrecí un generoso descuento para que asistiera a uno de los seminarios de Noria. La llamada terminó y no he sabido nada de él desde entonces. Durante los siguientes días, seguí pensando detalladamente en el mensaje detrás de su pregunta. ¿Qué había aprendido de esta conversación? ¿Era posible que existiera un error tan generalizado en la comunidad de mantenimiento sobre la causa número uno del desgaste de la máquina (pequeñas partículas invisibles)? ¿Su pregunta reflejaba una creencia general tácita de que las partículas en el aceite son inofensivas si no se pueden ver o sentir? Como dije, esta no fue una pequeña revelación para mí. Me recordó la pregunta filosófica: si un árbol cae en el bosque, ¿emite algún sonido aunque no haya nadie allí para escucharlo? Si no puede ver o sentir las partículas, ¿están ahí? ¿Generan algún daño? A pesar del hecho de que la mayoría de las personas que trabajan con maquinaria nunca han visto la similitud de un virus o una bacteria, muchos comparten la creencia de que de forma similar las partículas pequeñas en los aceites y grasas son generalmente benignas, fuera de la vista y de la mente. Esto se puede observar ampliamente simplemente por la forma en que los lubricantes se almacenan y manipulan habitualmente. La verificación de la realidad de hoy es que las partículas pequeñas realmente tienen un impacto en términos de confiabilidad de la maquinaria y su esperanza de vida. La creencia generalizada de que las partículas pequeñas en los lubricantes no son dañinas sigue siendo, lamentablemente, un pequeño y sucio secreto de la confiabilidad.  

error: Content is protected !!