A favor de la grasa
- La grasa tiene un desempeño superior en arranque y paro de la máquina. Cuando se apaga una máquina, el aceite regresa al sumidero, pero la grasa permanece en el componente donde se necesita, lo que reduce el riesgo de un arranque en seco.
- Los sellos y conectores desgastados pueden retener la grasa mejor que el aceite, lo que reduce el riesgo de falta de lubricante y fugas. Esto también reduce el riesgo de que el lubricante manche o dañe el producto de trabajo (alimentos, papel periódico, textiles, etc.).
- El excedente de grasa empaquetado firmemente alrededor de los sellos y conectores sirve como sellador, evitando la entrada de partículas y agua. El reengrase periódico puede purgar los contaminantes y alejarlos de las superficies de trabajo del componente.
- La grasa permite el uso de aditivos sólidos como grafito, óxido de zinc o disulfuro de molibdeno. Estos aditivos se asentarían o se filtrarían si se usaran en muchos aceites.
A favor del aceite
- A diferencia de la grasa, el aceite fluye libremente, lo que le permite conducir y eliminar el calor no deseado (convección térmica). Esto mantiene estable la viscosidad del aceite base y reduce el riesgo de oxidación inducida por calor y agotamiento de aditivos.
- A diferencia del aceite, el batido de grasa en engranajes y rodamientos da como resultado pérdidas por alto consumo de energía y generación de calor. La energía consumida por el aceite en una aplicación similar puede ser solo una fracción de la de la grasa.
- Debido a que el aceite no usa espesantes, no hay riesgo de que los espesantes incompatibles choquen, causando cambios en la consistencia de la grasa y otros problemas.
- Los aceites lubricantes permiten que ciertos contaminantes, como el agua y la suciedad, se suspendan brevemente y se transporten a filtros, separadores y zonas de sedimentación. La grasa suspende permanentemente este tipo de contaminantes. De hecho, algunas grasas suspenderán el 100 por ciento de su peso en agua.
- El volumen de aceite en los componentes de la máquina se puede controlar con precisión mediante indicadores de nivel y mirillas. El volumen de grasa es casi imposible de monitorear y controlar. El engrase excesivo e insuficiente son causas comunes de fallas en los rodamientos.
- El aceite se puede cambiar sin desmontar los accesorios de la máquina. La grasa se debe reempacar periódicamente, lo que implica un costo considerable asociado con la mano de obra, el material y el tiempo de inactividad.
- Las máquinas lubricadas con aceite son más fáciles de muestrear para análisis en laboratorio de metales de desgaste, contaminantes y propiedades de los fluidos. Es casi imposible obtener una muestra representativa de una grasa en servicio.
- Los aceites usados se pueden manipular y eliminar de forma segura con un impacto mínimo para el medio ambiente. La mayoría de las máquinas lubricadas con grasa son sistemas a toda pérdida, lo que significa que no existe una manera ambientalmente sencilla de recuperar y eliminar productos degradados o contaminados.