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Se entiende bastante bien, o al menos se afirma ampliamente, que lo que se mide se hace. Por lo tanto, no debería sorprender que se implementen indicadores para medir la efectividad de nuestros procesos de lubricación de la maquinaria. Los objetivos de control de contaminación son parte de estos indicadores que nos permiten conocer cuántas de nuestras medidas de control de contaminación están funcionando. Sin embargo, cuando establecemos estos objetivos, debemos tener en cuenta algunas cosas: considere lo que se debe y lo que no se debe hacer al establecer los objetivos de control de contaminación.
QUÉ HACER
Establezca metas medibles y alcanzables.
Tener metas sólidas que realmente pueda alcanzar marca una gran diferencia, no solo para la maquinaria, sino también para todo el equipo de confiabilidad. ¿Qué tan frustrante sería tener una meta que nunca se puede lograr? Mire su proceso, las condiciones de operación, lo que demandan los lubricantes, las necesidades de la máquina y su criticidad, y vea qué tiene sentido para sus capacidades y objetivos de confiabilidad. Los sueños de “castillos en el aire” son geniales, pero vivimos en el mundo real y necesitamos metas reales.
NO HACER
No establecer una declaración general y convertirla en “la meta”
No podemos simplemente decir: “Quiero aceite limpio en todas nuestras máquinas” y dar por hecho que así será. No podemos medir esto de manera significativa, y ni siquiera tenemos una definición de “limpio” a la que apuntar. Los códigos de limpieza ISO son una forma sencilla de empezar con esto.
QUÉ HACER
Cree un estándar sobre cómo se van a alcanzar las metas
Necesitamos tener una forma establecida para lograr algo, y debemos estar todos en la misma página (tanto para procesos como para procedimientos). Cuando todos hacemos estos procedimientos, ya sea el engrase de un rodamiento o el relleno con aceite de una caja de engranajes, eliminamos variables que alterarán los datos que estamos usando para seguir nuestro progreso.
NO HACER
Establecer estándares y luego olvidarse de ellos
Si hemos creado estándares, ya sean procedimientos u objetivos para la limpieza del aceite, deberíamos haberlo hecho con un objetivo específico en mente, ¿verdad? Entonces, ¿por qué estableceríamos esas cosas y luego dejaríamos que la gente se olvidara por completo de ellas? Los estándares deben convertirse en parte de nuestra vida cotidiana, integrados en la forma en que efectuamos las tareas y hacemos nuestro trabajo en general.
QUÉ HACER
Modificar las máquinas y revisar sus herramientas
La modificación de las máquinas puede ser una tarea abrumadora, pero no tiene por qué serlo. Mire sus objetivos de confiabilidad para esa máquina. Mire los aspectos que podrían impedirle alcanzar esos objetivos, es decir:
¿Esta máquina necesita respirar? ¿Tiene aire limpio y seco para respirar? ¿Qué debo hacer para asegurarme de que tenga aire limpio y seco para respirar?
¿Hay objetivos estrictos para la limpieza? ¿Tengo alguna forma de introducir aceite limpio en la máquina? ¿Podría utilizar conexiones rápidas para ayudar a evitar que entren contaminantes no deseados en mi máquina?
¿Es esta máquina susceptible a la contaminación del agua? ¿Cómo entra agua/humedad en la máquina? ¿Estoy usando sellos de labios donde debería usar sellos de laberinto? ¿Existen indicadores de alerta temprana, como visores en el fondo para sedimentos y agua, o incluso sensores de humedad, que se puedan instalar?
NO HACER
No comprar todos los sensores del planeta y ponerlos en su máquina
Los sensores, las conexiones rápidas y los respiradores desecantes son excelentes herramientas, pero no todos los equipos justifican la inversión. Un componente no crítico puede ser más eficiente si se deja morir por sí solo en lugar de usar cada pieza de tecnología disponible para prolongar su vida útil.
No existe una varita mágica cuando se trata de establecer objetivos de limpieza o de confiabilidad para sus instalaciones, pero hacer un control adecuado de la contaminación no tiene por qué ser una tarea desalentadora. La primera tarea debe ser determinar sus objetivos de confiabilidad para cualquier máquina en particular. Una vez que se haya resuelto, debe determinar qué objetivo de limpieza lo ayudará a alcanzar esos objetivos. Aquí hay una excelente calculadora para ayudarlo con los objetivos de limpieza y humedad (recuerde, el agua es el segundo contaminante más dañino para su aceite y su máquina).
¡Excelente! Ahora que sabemos qué tan limpio y seco necesitamos mantener nuestro aceite, ¿con qué frecuencia tomamos muestras para asegurarnos de que estamos alcanzando nuestros objetivos? ¡También tenemos una calculadora (Figura 1) para eso!
Ahora, al usar estas dos calculadoras en conjunto, junto con su criticidad general, debería poder determinar fácilmente qué modificaciones o sensores se deben instalar para ayudarle a lograr sus objetivos. Si todavía tiene problemas o tiene preguntas sobre la criticidad y cómo calcularla, envíenos un mensaje, estaremos encantados de hablar con usted (incluso es posible que tengamos algunas herramientas disponibles para eso también).
Jeremie Edwards, Noria Corporation. Traducción por Roberto Trujillo Corona, Noria Latín América